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- ¿Estás seguro de hacerlo?

- No… - Admitió frustrado - Pero no tengo otra opción… – Agregó, el individuo frente a él hizo una mueca al escucharle.

- Sabes que es muy arriesgado ¿cierto?... Para ambos - El azabache asintió

- Lo sé… Sé que es mucho lo que te estoy pidiendo, pero estoy desesperado… - Exclamó - Llevo semanas buscando un empleo y sigo sin encontrar nada… Nadie quiere contratar a un omega inexperto, y en lo único que soy bueno, le dan prioridad a omegas femeninas... Los pocos empleos que quedan, dan un sueldo bajísimo que no me alcanza ni para cubrir mis propios gastos...

- Vegetta…

- Por favor, Alex… Habla con ella… Prometo no darte problemas – Al ver la mirada indecisa del menor, el azabache continuó hablando. – Usaré supresores, nadie más que tú y yo sabremos la verdad… Ni siquiera debes decirle a Aroya que no soy un alfa… - El contrario frunció el ceño.

- Ella se dará cuenta…

- Puedo cambiar mi aspecto – Exclamó apresuradamente, el de orbes zafiro arqueó una ceja confundido.

- ¿Y los análisis? ¿Cómo le harás para que digan que eres un alfa?

- Ya me encargaré de eso después, pero por ahora… ¿es eso un sí? – Cuestionó esperanzado, el pelinegro frente a él levanto la vista al techo antes de asentir.

- Lleva todos tus documentos a más tardar este viernes, mientras tanto yo hablaré con Aro para darle referencias tuyas y que el proceso sea más rápido… Así con un poco de suerte, estarás trabajando para los Doblas a partir del lunes siguiente

Los ojos violetas del azabache brillaron con entusiasmo. – Muchas gracias, Alex… Ya verás que no voy a causarte ningún problema…

- Sí, sí… Cómo sea - Espetó el pelinegro con aparente fastidio, Vegetta soltó una pequeña risita por ello. – Por cierto… ¿dónde está ahora?

- ¿Akira? - Alex asintió. - Dijo que se juntaría con una amiga para hacer un trabajo, así que supongo están en casa

- Ya… Todavía no se presenta ¿cierto? - El ojimorado negó.

- No, aún no lo hace… - Hizo una pausa- Aunque no creo que sea una alfa… Ninguna mujer en nuestra familia lo ha sido 

- Bueno, Veg… Siempre hay una primera vez – Espetó el menor con una sonrisa. – Tan sólo mírame a mi… Todos en el colegio juraban que sería un omega por mi estatura y aquí estoy… Un alfa a punto de graduarse como chef y que además es el cocinero principal de una familia exclusiva de alfas de renombre

- …y que es novio de la sobrina de esos alfas, por cierto – Masculló el ojimorado con picardía haciendo que el contrario se sonrojase.

- ¡Aroya no es mi novia! ¡Sólo somos amigos! – Exclamó ofuscado, Vegetta puso los ojos en blanco mientras sorbía de su bebida.

- Que sí, chaval… Lo que tú digas

El alfa simplemente gruñó en respuesta. Aun así, estaba feliz de ver de mejor ánimo a su amigo.
Alguien que se esforzaba como Vegetta lo hacía, merecía más que un simple puesto de jardinero, pero era lo mejor que podría ofrecerle por el momento.

(Tiempo después)

- Joder... ¡Pero que pesado esta esto, macho!

𝕊𝕖𝕔𝕣𝕖𝕥 𝕝𝕠𝕧𝕖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora