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- Señor ya buscamos por todas partes... No hay señal alguna del joven Borja

El alfa gruñó ante las palabras del recién llegado.

- ¡Busquen bien, carajo! ¡No pudo desaparecer así como así! ¡Rastreen su teléfono, sus tarjetas o yo que sé, Merlón! ¡No me importa lo que hagan, sólo encuentren a mi hijo y tráiganlo de vuelta!

- Pero señor...

- ¡Es una orden! - Sentenció mostrando sus colmillo.

Incluso siendo uno de los alfas con mayor rango en la casa de los Doblas, Merlón sabía que no podía negarse a la voz de mando de Fernando Doblas; por lo que no tuvo de otra más que bajar la cabeza y asentir. - Sí, señor...

Dicho esto el hombre se retiró, dejando sólo al trío de alfas de la familia en aquella habitación.

Rubius, quien se hallaba sentado en una de las piezas, arrugó la nariz al percibir el aroma a café quemado de su progenitor. No obstante, prefirió seguir manteniéndose al margen de la situación y permanecer en completo silencio, siendo su madre la que se puso de pie y avanzó hacia el mayor.

- ¿Qué vamos a hacer si no aparece Borja, Fernando? ¡Nos ha dejado en completo ridículo ante los Garnez!

- Ya lo sé, Angélica... Ya lo sé - Respondió con evidente fastidio dejándose caer sobre su silla. - No puedo creer todavía que Borja nos hiciera esto...

- Algunos empleados dicen que se escapó con su asistente... ¿¿Cómo haremos para callar esos rumores?? - El alfa guardó silencio pensativo.

- Dándoles otra cosa de la qué hablar a partir de hoy... - Angélica frunció el ceño confundida.

- ¿Qué? ¿A qué te refie...? - Sus palabras se detuvieron una vez que siguió la línea de visión de su pareja haciendo que lo mirase como si este hubiera enloquecido.
Fernando sin embargo ignoró su reproche.

Cuando el alfa de cabello teñido sintió sobre sí la mirada de sus progenitores, levantó inmediatamente la cabeza.

- Oh, no... A mí no me metan en esto

- Rubén...

- ¡No! Rubén nada - Espetó poniéndose de pie. -  Nosotros teníamos un trato... Yo venía a la boda de Luzu y ustedes a cambio dejarían de entrometerse en mi vida

El alfa mayor sonrió cínicamente. - Pues lamento decirte que ese acuerdo se rompió en el momento en que tu hermano decidió dejar plantada a Mónica

- ¡¿Pero qué dices?! - Rubius frunció el ceño acercándose al escritorio de su padre. - ¡No puedes hacerme esto!

- Oh, claro que puedo... Podemos - Corrigió. - Somos tus padres, Rubén... Nos debes TODO básicamente

El menor tuvo que reprimir una carcajada; ¿De verdad tenían la osadía de decirle eso?

- Sí lo que esperan es que deje mi puta vida de lado para venir a tomar el lugar de Luzu, déjenme decirles que están muy equivocados... ¡No voy a casarme! - Sentenció, la mujer de orbes celestes a su costado rio sarcástica.

- Es obvio que no... No eres el prospecto que alguno de nuestros socios aceptaría para sus hijos

Rubius optó por ignorar el tono despectivo de su progenitora, centrando toda su atención en alfa con olor a café.

- ¿Entonces...?

-  Deberás tomar el puesto que del que por años has huido, Rubén... El de nuestro hijo y legítimo heredero - El peliteñido abrió los ojos desmesuradamente.

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⏰ Última actualización: Oct 24, 2021 ⏰

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