BAD BOY [Jeonghoon]

Buen Chico

Jihoon siempre se consideró como una persona decente.

Claro que tenía sus fallas, como todo el mundo, pero no creía ser una mala persona.

Era amable con la mayoría de personas, o al menos intentaba serlo. Intentaba mantenerse lejos de los problemas también.

Desde que era pequeño tuvo que soportar los maltratos de su padre, pero eso no le impidió salir adelante junto con sus hermanos, y mandar al viejo a prisión.

Lamentablemente eso no duró mucho, pero ya arreglaría ese problema.

Se culpó a sí mismo cuando no pudo ayudar él mismo a su propio hermano a mejorar, pero agradece que ahora Chan esté bien.

Actualmente tiene un pequeño departamento que consiguió gracias a la ayuda de uno de sus amigos de la secundaria. Trabaja de medio tiempo en una cafetería en el centro de la ciudad, y estudia Administración.

Una vida muy simple y constante, eso le gustaba.

Pero había una molesta piedra en el zapato que no se iba por más que la impactara contra el suelo.

Yoon Jeonghan era esa piedrita.

Admitía que trataba muy mal al amigo (¿ex-amigo?) de su hermano, pero tenía sus razones...

Que fueran buenas es otra cosa.

A Jeonghan lo conocía desde secundaria, mucho antes de que su hermano menor ingresara allí.

*******

Un joven Lee Jihoon de quince años llegaba a la que sería su nueva escuela.

Ya era un estudiante de secundaria, pero le daba miedo aventurarse por allí él solo.

No tenía amigos ni conocidos, así que solo buscó a un maestro que le llevara a su salón.

Solía ser muy tímido e introvertido los primeros meses, hasta que empezó a hacer algunas amistades.

Por ejemplo, Jeon Wonwoo y Kwon Soonyoung, de su mismo grado, y Choi Seungcheol, quién era un año mayor.

Eran muy unidos, y los tres se preocupaban mucho por él.

Un día en particular tropezó con alguien en los pasillos, haciendo que al desconocido se le cayeran algunos papeles que llevaba.

—¡Lo siento mucho!— Se apresuró a disculparse, recogiendo algunas de las hojas que había tirado— No me fijé por donde iba...

—Descuida, no hay problema— Aseguró una voz muy cautivante, y alzó la mirada encontrándose con la linda sonrisa de un rubio— No mientras quién me choque seas tu, precioso.

El mayor se llevó sus cosas, dejando a un Jihoon completamente sonrojado, aún agachado en el suelo y con los demás estudiantes mirándole extrañados.

Le contó a sus amigos de su experiencia con el chico rubio, y no tardaron en adivinar quién era, advirtiéndole que no se acercara mucho a él.

—¿Por qué no?— Preguntó confundido— A mi me pareció lindo.

—Si, es lindo y toda la cosa— Explicó Soonyoung, cruzándose de brazos— Pero es un rompecorazones, Jihoon. No te conviene.

—Si, Jihoon. Aparte, es muy mala influencia.

Tuvo que haberle hecho caso a sus amigos ese vez.

De pronto, todos los días era interceptado por el rubio, quién se aseguraba de sacarle grandes sonrisas y hacer que su corazón se descontrolara.