BAD BOY [Jeonghoon]

Buen Empleado

Como todos los días, Jihoon se fue temprano a su universidad, después de haber preparado el desayuno para sus hermanos.

Seokmin y Chan ya estaban cursando la universidad, pero iban a una diferente de la suya.

Las clases pasaron lentas y hasta algo aburridas, pero intentó que eso no le bajara su buen humor. Cuando estas finalizaron se fue directo a su trabajo, una pequeña cafetería llamada 'Heaven's Cloud', que le pertenecía al señor Yang, un hombre muy amable que le ofreció un empleo cuando más lo necesitaba.

Rápidamente se cambió en su uniforme para empezar de una vez.

Como no era un negocio muy grande los empleados se "rotaban" los puestos dependiendo del día o situación. 

En su caso solía atender las mesas y estar a cargo de la caja registradora, y muy pocas veces debía ayudar en la cocina o limpiar el lugar.

Ninguno de los puestos le disgustaba, y se llevaba bien con sus demás compañeros.

Un trabajo tranquilo y sin complicaciones.

—Hola, Jihoon— Saludó uno de sus compañeros con una ligera sonrisa, mientras ambos se dirigían a la barra para iniciar sus tareas— ¿Cómo has estado?

—Joshua hyung— Saludó de vuelta— Muy bien, ¿y tu?

—Bien.

Siguieron con su trabajo en silencio, ocasionalmente tirando algún comentario.

—Se supone que hoy llegaba a trabajar el sobrino del señor Yang— Mencionó Joshua luego de un rato— Pero creo que se le hizo un poco tarde...

Jihoon recuerda vagamente cuando su jefe les había explicado el caso que era su sobrino, que quería empezar a trabajar y darle "rumbo  a su vida", o algo así.

—Si entraba con nuestro turno dudo que llegue hoy— Dijo desinteresadamente— ¿Lo conoces?

El mayor negó con su cabeza.

—No, no lo conozco.

Asintió conforme, y siguió con lo suyo.

*******

Faltando una hora para que su turno acabara, escuchó un revuelo en la entrada. Seguramente era el señor Yang, regañando a su sobrino por haber llegado tarde, lo supone por el grito de "SOLO PORQUE SEA TU TÍO NO SIGNIFICA QUE PUEDAS VENIR CUANDO TE PLAZCA".

Si tan solo la voz del señor Yang no fuera tan preocupada, eso hubiese sonado amenazante, en cambio sonó muy histérico.

Jihoon a penas volteó para verle de espaldas, a quién tenía una cabellera negra, y volvió a lo que hacía; leer desde uno de sus libros.

A esa hora la clientela era casi nula, y era el momento perfecto para repasar lo que había aprendido en clases ese día. Claro, solo si su jefe no llegaba a pedirle que hiciera trabajo extra.

—Jihoon, ¿podrías orientar a mi sobrino en su primer día?— Le pidió el señor Yang, yéndose de nuevo a la pequeña oficina del lugar— Debo hacer los pedidos de la semana.

—Si, señor...

Se levantó lentamente, y volteó a ver al recién llegado con una sonrisa cortés, pero el gesto se desvaneció al encontrarse frente a frente con Yoon Jeonghan.

¿Ese tipo era el sobrino de su jefe? No puede ser...

Por la expresión de sorpresa del contrario, pensaría que él tampoco sabía que trabajaba allí, pero no se iba a confiar.

—¿Jihoonie?— Inquirió confundido el mayor, con una ligera risa— No sabía que trabajabas aquí...

Ah, al parecer estaba en lo correcto.

—Yoon— Saludó de mala gana, e intentó no mostrar su propia sorpresa—.

Se miraron fijamente, el más alto con ojos brillantes, y Jihoon con el ceño fruncido.

—¿Y bien?— Inquirió Joshua a sus espaldas, su cabeza apoyada en la barra del lugar— ¿Se van a quedar ahí parados, o...?

El menor rodó los ojos, y con un movimiento de cabeza le indicó a Jeonghan que le siguiera.

No estaba contento con esta modificación en su vida simple. Sabe que si el...pelinegro empieza a trabajar allí solo le va a atormentar día con día, pero lo hecho, hecho está, y no le queda de otra más que orientarle en su trabajo.

Era el sobrino de su jefe después de todo, aunque eso no significaba que iba a ser suave con él.

—¿De verdad debo de limpiar todo esto?— Inquirió el mayor, mirando con desprecio las mesas y el piso sucio— ¿Yo solo?

Solo asintió una vez, y volvió a la caja registradora, donde se sentó dispuesto a seguir en su lectura e ignorar por completo al molesto de Jeonghan.

Sintió a Joshua acercarse lentamente a su lado.

—No te ha dejado de mirar— Susurró en su oído, haciéndole levantar la mirada, topándose con la del mayor, quién a penas lo notó, fingió que concentrado en limpiar el piso— ¿Ustedes dos se conocen?

Jeonghan hizo un pésimo trabajo disimulando que no escuchaba perfectamente su conversación, y Jihoon soltó un bufido, pero miró a Joshua con una sonrisa.

—Si, lo conozco— Admitió, y casi se ríe al ver que el mencionado se volteó en su dirección con una gran sonrisa— Era el amigo problemático de mi hermanito.

Jeonghan bajó sus hombros con decepción, y él se preguntó que esperaba que dijera.

"Mira, Joshua, este es el tonto al que amo en secreto, y le perdonaré de todo"

Ridículo, pero supone que eso es exactamente lo que Jeonghan quiere, pero en cambio es más como;

"¡Mira, Joshua, este es mi ex, que realmente no es ex-novio, eso me lo dejó muy claro cuando mi humilló en frente de media escuela, pero bueno, ahora se la pasa coqueando conmigo cada que puede, pero es un tonto! ¡Oh! También metió a mi hermano en problemas en más de una ocasión, y resultó siendo expulsado de la escuela..."

Si, más bien le estaba haciendo un favor al llamarle "amigo de su hermano".

Cuando su turno acabó se fue directo a los vestidores a cambiarse de ropa, y no sabe porque fue tan ingenuo en esperar que Jeonghan no le siguiera.

—Jihoonie, ¿podemos hablar?— Le preguntó el mayor, mientras él se encerraba en un cubículo— Sé que estás escuchándome...hey, no me ignores.

—No tengo nada de que hablar contigo— Dijo sin una pizca de culpa— Suficiente tengo con que vayas a cada rato a mi casa.

—No he vuelto a ir en meses...

Recordó que era cierto. De lo poco que Chan le contó, él y el antiguo rubio ya no eran precisamente amigos, para su alegría, así que no ver a Jeonghan rondando por su departamento fue un agradable cambio.

—Y me gustaría que se mantuviera así— Comentó una vez salió de cambiarse, dirigiéndose a la puerta sin dirigirle una mirada al mayor.

Una mano en su muñeca se lo impidió, y rápidamente buscó soltarse del agarre, manteniendo una expresión molesta.

—Vamos, Jihoonie— Pidió con ojos suplicantes el más alto— En serio, en serio, necesito hablar contigo...por favor.

Soltó un largo y pesado suspiro, al saber que no le dejaría en paz hasta que cambiara de opinión.

Se frotó la cara con desquite, y le lanzó una mala mirada.

—Que sea rápido, y si es una idiotez, te juro que me largo.

Recibió una ligera pero sincera sonrisa, y aunque no lo admitiera, le hizo recordar cuando pensó que esas iban solo dirigidas a él.

Sacudió su cabeza para aclarar sus pensamientos, y se fue a sentar en una de las mesas del local cerrado con el mayor.

Escucharía lo que tuviera para decir y listo, se iría después de pedirle que le dejara en paz.