[Meredith]
Mi cuerpo estaba ahí, en mi cama, con mis ojos fijos en el techo, pero mi mente no estaba, mi mente estaba divagando entré recuerdos y escenarios que jamás sucedieron ni sucederán.
Con decir que dormí 3 horas podría asegurar de que estoy exagerando, probablemente dormí menos que eso.
Siento un vacío en mi pecho, el cual lleva tiempo ahí pero jamás le di la oportunidad de expenderse tanto como lo está haciendo ahora.
Siento la evidente necesidad de llorar como si no hubiera un mañana aun sabiendo que no falta mucho para que la luz del sol ilumine todo a mí al rededor, lo peor de todo es que ahora más que nunca se supone que ya no debería pasarme.
Bueno, eso es lo que dicen, pero... Que van a saber ellos sobre cómo me siento si jamás estuvieron en mi posición.
Todos aquellos que conocen la historia me brindan aquello que quería evitar desde un principio, su lastima, que en realidad no es lastima, sé que no lo sienten, no pueden, jamás podrán sentir lo que yo sentí, lo que siento ahora.
Como lo esperaba, el sol comienza a abarcar poco a poco toda la habitación gracias al ventanal a mi izquierda.
Mi mente y mi alma vuelven a mi cuerpo y reacciono, giro mi cabeza sobre la almohada para observar mi reloj, 9:16 am.
Me encantaría quedarme en cama todo el día, todos los días, pero lamentablemente eso no será posible, me tallo mis ojos con mis manos, me levanto de la cama y automáticamente mis pies me llevan a la cocina.
Tomo dos huevos y los pongo a un lado de la estufa, pongo un sartén e intento prender la estufa, pero aquellos intentos son en vano gracias a que no hay gas y no es posible formar llamas para cocinar.
Suelto un suspiro de frustración y dejo los huevos en su lugar, tomo una de las bolsas de playa que utilicé ayer para ir de compras y de ella saco una barra nutritiva, tomo asiento en el comedor y pongo la barra nutritiva frente a mí.
-bon appétit- digo para mí misma y comienzo a comer mi esplendorosa barra nutritiva, al terminar mi "desayuno" me dirijo a mi tocador y me paro frente al espejo.
Me veo del asco
-Nadie te contratara si sales así- admití seguido de soltar un suspiro. Comienzo a desatar la liga que sostenía mi cabello en una coleta, mojé un poco mi cabello y comencé a cepillarlo, hice una pequeña cuenca con mis manos, la llené de agua y la arrojé en mi cara.
Volví a amarrar mi cabello en una coleta baja, me coloqué corrector y base en la cara, pero un poco más en mis ojeras para tratar de esconderlas un poco, me enchiné las pestañas y me volví a mirar en el espejo.
-Excelente. Ya no pareces vagabunda- solté para mi y caminé a mi habitación para cambiarme y poder salir en mi búsqueda de una vida normal y patética como la de los demás.
***
-Meredith, ¿cierto? - me levanto de la silla y estiro la mano para saludar a aquel que espero sea mi nuevo jefe.
-Sí, mucho gusto- El estrecha mi mano y se me levanta ligeramente la maga de mi saco, dejando a la vista mis muñecas y las huellas del pasado, espero que no lo haya notado.
-Revise tus documentos y me pareció impresionante tu desempeño académico que muestran- No puedo evitar sonreír por el alago
-Este sería tu segundo trabajo, ¿estoy en lo correcto? - Pregunta mientras hojea lo que supongo, son mis documentos
-Es correcto señor- le regalo una sonrisa amable pero la sonrisa de él se desvanece por completo, mostrando una expresión seria
- ¿Qué edad me dijiste que tienes? - Se quita los lentes y los sostiene en una mano -Veinticinco- Entrelazo los dedos de mis manos y los coloco en mi regazo.
ESTÁS LEYENDO
Beso Azul ©
Teen FictionCordura... ¿Qué es estar cuerdo? o, ¿estar loco? ¿Acaso existe si quiera la cordura misma? Por que algo que aprendí es que a cualquiera que diga lo que piensa o que no viva la misma vida miserable y aburrida que los demás lo llaman loco. Ese es el p...