[Meredith]
No pude evitar ir dando zancadas en dirección a la puerta, me acomodé el cabello y abrí la puerta, él se estaba acomodando su sudadera y en cuanto me vio la dejó en paz y se dedicó a mirarme con una sonrisa.
Está vestido con un pantalón color beige y una sudadera delgada color café claro, se ve bastante bien y admito que esa combinación de colores le va muy bien.
-Hola- lo saludé con una sonrisa boba, pero en cuanto me di cuenta la eliminé por completo y simplemente sonreí con la boca cerrada.
-¿Nos vamos? - señaló su auto detrás de él
-Claro- Tomé mi bolsa sobre el sillón y me despedí de Snow
En cuanto me subí a su auto me coloqué el cinturón a pesar de que su casa no está a más de cinco minutos de la mía.
-Te ves preciosa, por cierto- me dijo en cuanto aparcó su auto frente a su casa, pero no me dio tiempo de contestarle gracias a que de inmediato apagó el auto, se bajó y caminó hasta mi puerta para abrirla y ayudarme a bajar.
-Gracias- tuve que elevar la vista para poder míralo a los ojos por su estatura y él solo me regaló una sonrisa para guiarme a la puerta.
En cuanto abrió la puerta di unos cuantos pasos dentro mientras que observo cada detalle de la casa a la vista, en general, la estructura de la casa es muy parecida a la mía, pero en cuanto a decoración o estilo son completamente diferentes, mientras que mi casa tiene aires minimalistas, la de él tiene un estilo dark academy.
Junto a la entrada hay dos sillones en L color café oscuro al igual que la pequeña mesa frente a ellos, frente a la puerta hay un mueble pegado a la pared con velas blancas de todos los tamaños, hay unas cuantas fotos enmarcadas y sobre el mueble hay un cuadro de un palacio al parecer abandonado en un día nublado.
Al contrario de mi casa, él tiene todas las puertas cerradas, y hasta ahora me llega un aroma muy rico que no logro distinguir.
-Huele delicioso- no puedo evitar decirlo
-Me alegra, estuve toda la tarde cocinado para ti- se acercó a mí y tomó mi chamarra de mis hombros, así que estiro mis brazos ligeramente para facilitarle el trabajo y él coloca mi chamarra en un perchero junto al mueble en la pared.
Me guía a las escaleras y yo lo sigo, al subir a la planta alta me encuentro con que también es muy parecido a i departamento, solo que claro, él no tiene un cementerio de polvo y cosas abandonadas.
En el fondo a la izquierda, está el balcón con luces amarillas y velas, las puertas están cerradas pero las cortinas están abiertas de par en par, junto al balcón hay un enorme librero lleno de libros, velas apagadas y unas cuantas fotos enmarcadas.
Veo que le gustan la velas
A unos metros frente a mí está una gran mesa de comedor para al menos seis personas, pero en esta ocasión solo hay dos sillas, una de cada lado; Detrás de la mesa está un sillón del mismo color que los de abajo pegado a la pared y en la esquina del lugar hay un alto rascador de pared para gatos, llena de juguetes con plumas y cosas así pero no veo ningún gato a la vista.
-Bueno, ¿Qué quieres hacer primero? - me miró con las manos en sus bolsillos delanteros en espera de mi respuesta
- ¿Qué opciones tenemos? - Pregunté en caso de que él ya tuviera un itinerario en mente
-Podemos beber una copa de vino mientras platicamos si quieres o podemos cenar de una vez, lo que gustes
-Acepto el vino - le dediqué una sonrisa y él se dirigió a la pequeña cantina junto al sillón, colocó unas copas en la mesa y volvió a la cantina
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Beso Azul ©
Ficção AdolescenteCordura... ¿Qué es estar cuerdo? o, ¿estar loco? ¿Acaso existe si quiera la cordura misma? Por que algo que aprendí es que a cualquiera que diga lo que piensa o que no viva la misma vida miserable y aburrida que los demás lo llaman loco. Ese es el p...