𝕷𝖆 𝖑𝖊𝖞𝖊𝖓𝖉𝖆 𝖉𝖊 𝖑𝖆 𝖘𝖎𝖗𝖊𝖓𝖆. 𝕼𝖎𝖚𝕽𝖔𝖓𝖌

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— Vamos, tienes que comer.

Qi Rong movía su cabeza del lado contrario al que se acercaba ese hermano que había muerto en las manos del ser estúpido.

— ¿Puedes llorar un poco para mí?

"Aparte de estúpido, idiota... Muy bien Qi Rong, muy bien, cuando He Xuan te dijo que eras idiota, te lo tomaste muy en serio", en su mente ya había enterrado esa tribu y le había prendido fuego.

— Ummm... Come primero entonces. Lo comes crudo, ¿verdad?

El tritón había cerrado sus ojos, así que no se dio cuenta que cuando abría la boca para comenzar a maldecir, fue introducido el pez en ella.

Quería vomitar, en serio que sí, pero no mancharía su cabello ni su cuerpo, ya se sentía sucio y no quería empeorar su situación así que sin pensarlo comenzó a llorar. a pesar de que se sintió un poco hipócrita pues en algún momento de su vida, había probado el pescado, no iba a mentir el sabor era peculiar, pero no era su sabor favorito.

Perlas era lo que caían en la arena ahora fría, Lang Qianqiu dejo de insistir, tiro el alimento y recogió ese par de piedras preciosas.

-Así que es verdad... Llora más.

De un tirón en su brazo, el ser humano saco al tritón recostándolo en la arena y posándose arriba de él con una rodilla a cada lado de su cola.

Qi Rong sintió sus mejillas ponerse tibias, agradecía por primera vez que no hubiera antorchas tan cerca, porque el humano se daría cuenta del cambio de coloración de sus mejillas y eso no podía permitirlo.

— Será mejor que seas obediente. No me obligues a golpearte.

— ¡VETE A LA MIERDA!

— Así que sigues de terco. Bien.

Lang Qianqiu se paro y sin pensarlo lo tomo por su cintura y lo cargo como costal de papas, el ojiverde volvió a retorcerse, pero una mano en su trasero la cuál apretaba de más, fue suficiente para que se calmara y tomará aire para empezar con su lista de maldiciones.

— ¡BAJAME MALDITO INUTIL, VETE A LA MIERDA, DÉJAME PENDEJO, BAJAMEEEE, NO ME TOQUES, NO, NO, NO!

—:QUEDATE QUIETO, MALDICIÓN.

— NUNCA.

A pesar de los esfuerzos del ojiverde, termino en la habitación del cavernícola, lo había sentado en un tronco cortado que utilizaba como silla, mientras le daba la espalda y traía artefactos extraños pero exquisitos para la vista de Qi Rong que al verlos por fin guardo silencio.

— ¿Ves esto?, es una lanza. La utilizo para cazar jabalíes, duele demasiado cuando atraviesa el cuerpo, la punta es muy afilada, ¿tienes miedo?

La respuesta que esperaba Lang Qianqiu, no fue la esperada, pues lo que recibió fue un resplandor en los ojos del contrario en vez de lágrimas.

— Umm... Esto, esto... Míralo, es una trampa que dejamos en la montaña, es imposible soltarse y es tan fuerte que te puede romper las piernas.

Una sonrisa apareció en ese rostro tan atractivo, el ser de dos piernas sintió un ligero rubor en sus mejillas y aparto la vista.

— Si eres obediente y lloras, no necesitaré esto. Si sigues siendo terco yo, y-yo... Te quitaré las escamas, eso debe de doler, ¿verdad?