Tu eres mi presente y Futuro pequeña.

18: TARDE EN FAMILIA

Salimos de la casa a un restaurante, la niña tenía hambre y no la culpo, según Matt íbamos a desayunar después de la visita con José, en el restaurante Vale pidió el combo infantil y yo solo pedí unas tostadas con té, la mala cara de Matt se hizo notoria, no le gusta que yo coma tan poco, pero se que me hará almorzar, y si desayuno mucho no podré almorzar con gusto.

-Eso no es un desayuno.

-Esta muy tarde para comer mucho, te prometo que el almuerzo si me lo como todo.

-Eso espero.

Vale se concentra en comer y entre risas terminamos el desayuno, barriga llena, corazón contento.

- ¿Papi, ya iremos a la casa? - Desde que Vale vio su cuarto no ha parado de hablar de él, está contenta, se veía venir.

-Sí hija.

Con este calor lo único que quiero es meterme en la piscina y descansar un poco.

-Apenas lleguemos vamos a la piscina qué te parece Vale.

-Me encanta, ¡Siiii piscina!

Miro a Matt y este está con una sonrisa en la cara mirándonos a las dos.

-Tenemos que comprar vestidos de baño, como sabrás no nos dijiste que vendríamos y no empacamos ropa.

-Por eso no te preocupes pequeña, en la casa tienen todo lo necesario.

No se porque no lo pensé antes, seguro tiene los closet llenos de ropa, Matt piensa en todo, no se le pudo pasar algo así.

-Esta bien.

En el camino Vale y yo nos adueñamos de la música, colocamos canciones infantiles y las cantamos a todo pulmón, a Matt no le gusta mucho la música alta, pero sus dos mujeres aman cantar.

-Mami pon la canción de la granja, esa es la que más me gusta.

Todas las canciones las canta con ella, no me daba pena, además me encanta ver a Vale disfrutar del momento.

-¿Cómo es que te sabes todas las canciones infantiles?

-Amor te dije que me encantan los niños, con mis primos pequeños solía cantarlas.

-Me encanta que me digas amor.

-A mi me encantas tu.- nos dimos un beso en el semáforo en rojo hasta que sentimos una pequeña respiración en nuestras caras.

-El semáforo ya pasó a verde papi.

Los dos nos reímos y Matt sigue conduciendo.

Llegando a la casa Vale corre a su cuarto y yo me quedo esperando a que Matt se baje del carro.

-¿entraras con nosotras a la piscina?

-Amor no puedo, tengo que solucionar una cosa de la oficina, en cuanto termine me les uno.

-Esta bien.-Lo beso y camino hacia la entrada de la casa- Ah antes de que se me olvide, esta noche recuérdame que te tengo que decir algo.

-¿Por qué no me lo dices ahora?- Me alcanza agarra mi cintura y besa mi cuello.

-Porque tengo a una pequeña diablilla gritando para que la ayude a ponerse el vestido de baño.

Matt sonríe y escucha los gritos de su hija, esta niña parece más hija mía que de Matt, es totalmente diferente a él en personalidad, si no tuvieran las facciones físicas tan parecidas podría arriesgarme a decir que no es hija de él.

-Te recuerdo esta noche entonces, si necesitas algo estaré en la oficina.

-Dale, te amo.- me volteo lo beso y camino hacia la habitación de la niña.