Cafetería ; Intenabo

Chapter One

Hogar, diferentes nombres pero un solo significado, el de sentirse seguro y querido.

Gustabo había encontrado su hogar, despúes de tantos años donde solo era despreciado y utilizado, pudo encontrar su hogar.

Jack Conway, ¿quién lo diría? El hombre más rudo de la ciudad era su jodido hogar, impresionante ¿no es así?

Él fue su rayito de luz en la inmensa oscuridad que llevaba soportando Gustabo desde hace años atras, fue la felicidad que ansiaba y el amor que anhelaba.

Fue su salvación, lo salvo de la manera más bonita que un ser humano puede ser salvado.

Jack en cambio tampoco esperaba encontrar su hogar, su lugar seguro en un simple chico de la cafeteria de enfrente. Tal vez fue el continuo acercamiento y el estar viendose día tras día que se llegaron a enamorar y encontraron su mitad en la otra persona.

Lo supo el primer día que vio esa hermosa sonrisa saludarle, esos hermosos ojos zafiro mirarle atentamente, su brillante cabello rubio peinado correctamente y su uniforme algo arrugado.

Supo que ese chico marcaría su vida para siempre.

Ambos estaban solos en este mundo cruel, sufrían y tan solo querían desaparecer. Su único refugio eran dos personas muy importantes en su vida, las únicas personas que se quedaron con ellos en sus peores momentos y aunque no siempre podían recurrir a ellos, el alcohol era una muy buena compañia.

Esa sensacion de soledad y su mente jugando en su contra los estaba matando rápidamente, se sentían sin salida y tal vez pronto sería su final.

Pero es sorprendente las vueltas que puede dar la vida, un día estas al borde de la muerte y al otro te encuentras en una cafetería tomando un cafe que inesperadamente es servido por el amor de tu vida.

Si, lo sé muchos creeran que el amor verdadero o el amor a primera vista no existe y tal vez en algunos casos tengan razón pero Gustabo y Jack eran la excepción.

A kilometros podías ver el amor, cariño y confianza que ambos desprendían al estar cerca. Eran la pareja perfecta.

Se complementaban tan bien que parecia mentira que dos personas tan diferentes y con carácteres tan distintos estuvieran tan conectados, pero lo que nadie sabía, ni si quiera la propia pareja es que la soledad que sentían y el vacio que esta les generaban era lo que había unido a estos polos opuestos.

Que tan solo ellos dos se lograban entender, entendian lo que el otro quisiese decir sin tan solo utilizar palabras, sentían lo que el otro sentía aún estando lejos, porque aunque haya gente que no crea en la predistinación ellos lo estaban.

Jack y Gustabo estaban destinados a estar juntos, porque eran almas gemelas.

Su conexión era superior a cualquier problema que se cruzara en su camino, podría jurar que era algo mágico verlos juntos porque podías sentir una paz y tranquilidad que solo ellos podían otorgarte estando juntos compartiendo el amor que se sentían el uno con el otro.

Por separado eran personas muy fuertes y capaces de seguir adelante por ellos mismos pero juntos... juntos eran jodidamente imparables, se hacían mucho más fuertes estando juntos, eran invencibles ante el resto del mundo, eran simplemente maravillosos.

Una historia no acaba mientras sea contada, es por eso que la historia de Jack Conway y Gustabo García aún no ha acabado pues yo te la contaré.

Por ahora no importa quien sea yo, lo que importa es mantener viva su preciosa historia y no dejarla morir nunca.

Mientras tanto, te contaré esta preciosa historia de amor con lujo de detalles para que tanto tú como yo podamos seguir manteniendola viva.

Y sobretodo recuerda, no importa quien sea yo pues tarde o temprano los terminaras descubriendo tan solo recuerda mantener viva y en tu recuerdo su historia.

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08/09/2021