Epílogo

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El tiempo había pasado, las aguas se habían apaciguado y los males habían cogido un rumbo diferente al de nuestros protagonistas.

Jack y Gustabo decidieron abandonar la casa donde anteriormente se habían acomodado, y no porque fuera un mal sitio o algo por el estilo, la casa era perfecta pero los recuerdos en ella solo les traían escalofríos. Y si de algo estaban seguros es de querer empezar en un sitió nuevo donde poder construir nuevos recuerdos, recuerdos inolvidables y bonitos, porque no necesitan un hogar puestos que au hogar era el otro, donde quiera que este siempre serán su hogar el uno para el otro.

Fue entonces cuando al poco tiempo encontraron una casa ideal, un lugar cómodo y hogareño, estaban decididos a que ese fuera su hogar definitivo. Poco tardaron en mudarse, con la ayuda de sus amigos todo fue más ameno y fácil.

Por otra parte, hablemos de Horacio, se tardó en recuperar de aquel suceso, y no, no me refiero fisicamente pues en pocas semanas estaba como nuevo. Más bien me refiero a lo mental, las desagradables torturas a las que estuvo sometido durante días, semanas, hora tras hora sin descanso alguno...

Hasta la fecha actual no se con exactitud si logró recuperarse por completo ya que nunca quiso hablar de ese tema, con el único que habló fue con Gustabo, por lo que yo no se si realmente pudo sanar por completo.

Y te preguntarás, ¿cómo es posible que yo, la voz narradora y omnisciente, por qué no se la respuesta?

Pronto lo sabrás, si fuiste capaz de esperar durante esta historia, confío en que podrás esperar hasta el final para descubrir quién soy, y el porque de que te estoy contando esta historia.

Sin más, prosigamos.

Nunca paso por su mente el compromiso pues para ellos era más que suficiente el saber que se amaban y no necesitaban un papel donde lo demuestre, pero claro. Ese papel les podría abrir muchas puertas, puertas a la adopción.

Fue una decisión que tomaron al llevar 7 años y medio de relación, sentían que debían dar el siguiente paso, formar una hermosa y bella familia.

Se unieron en matrimonio en un precioso bosque a la luz del mediodía, se oían a lo lejos los pajaros cantar alegremente, el suave viento chocar contra los arboles creando una melodía perfecta.

Un camino de lirios blaco adornaban el suelo del altar, a los extremos de las sillas de los invitados se encontraban unos lirios azules preciosos, el altar en el que se casarían había sido decorado con lirios violetas y blancos, la combinación elegida era la ideal.

Pero lo que más les llamo la atención de aquel lugar fue el corazón de sangre, un nombre peculiar para un flor, ¿no es así? Pues al parecer era muy común encontrarla en este hábitad, es una de las razones por las que decidieron quedarse con ese precioso bosque que en sus hojas caían delicadamente estas flores.

Aún recuerdan ese día, todos los invitados impacientes esperando a los novios, Horacio y Michelle a los extremos del altar, Viktor apareciendo por la entrada informando con entusiasmo que los novios venían en camino. Rapidamente Viktor se colocó al lado de Horacio en el extremo izquiero del altar mientras los veían.

Ambos lucían dos hermosos trajes blancos, Jack llevaba un pequeño collar dorado que resaltaba en su traje blanco, era el collar de su difunta madre. En el caso de Gustabo, tan solo miraba su muñeca con nostalgia viendo el reloj dorado con las iniciales J.S, el reloj que su padre le dió antes de fallecer.

Antes de continuar con su camino, Gustabo detuvo a Jack con su mano y lo hizo mirarlo a los ojos.

-Jackie, escuchame.

Captó la atención del azabache.

-Estoy más que seguro que sea donde sea que este tu madre, ella estará muy orgullosa del hombre que hoy eres y feliz de que te vas a casar y continuar con tu vida.

Cafetería ; IntenaboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora