Capitulo 4 : Conocerse. (Editado)

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4.
Naru♡Sasu





-Bueno, si me disculpan, debo retirarme, tengo una reunión en menos de tres minutos -Itachi dijo con tranquilidad mientras contemplaba el reloj que adornaba su muñeca. Alcanzó a tomar solo el portátil antes de acercarse a su hermano. -Te encargo a mi hermano Naruto, confío en que lo mantendrás a salvo. ¡Bienvenido! -comentó. Salió entonces cerrando la puerta con un ligero chasquido.

Una última advertencia, eso sonó para Naruto.

Un intenso silencio se instaló entre las dos personas restantes, quienes se miraron por varios segundos. Sasuke fue el primer en romper el silencio, Naruto le siguió con la mirada viéndole tomar asiento, justamente donde minutos atrás se encontraba sentado su hermano. Sasuke recargó su cuerpo de manera cómoda en el sillón cruzando las piernas, su mirada nunca dejó los ojos de Naruto.

-Es un verdadero gusto volverte a ver, por fin, mi salvador -con elegancia sus pequeños labios se movieron acariciando cada palabra.

Ahora tenía la boca seca, sin nada de saliva. Naruto no pudo evitar en un acto reflejo pasar su lengua por sus labios en un intento de humedecerlos, el cual no funcionó.

-¿Salvador? Creo que es demasiado esa palabra... -su boca se movía por un lado y su cuerpo por otro. Las acciones de la persona frente a él le estaban volviendo loco, y lo que más le afectaba era que todo surgía de manera inconsciente.

-¿Eso piensas? -interrogó -. Pues yo asumo que mi vida vale lo suficiente como para llamar a la persona que me salvó "mi salvador".

-No me refería a eso.

Realmente no sabía ni por qué lo dijo, su mente estaba programada, aparentemente, en respuestas automáticas de las cuales el no tenía ni idea.

-Lo sé, pero me resultó divertido tu reacción- Sasuke rio suavemente, ese sonido acarició los oídos de Naruto.

¡Deslumbrante!, ¡Atrayente!, ¡Seductor!
Todas y cada una de esas palabras se adaptaban perfectamente a lo que Sasuke era, pero a la vez no era suficiente. No se había perdido detalle alguno de cada mínimo gesto, cada acción, cada suspiro, cada palabra. Todo estaba grabado en su retina siendo capaz de cerrar los ojos y repetirlo una y otra vez.

Desde un inicio solo bastó ver un momento a Sasuke para saber que de manera condicionada, que tenía que salvarlo, nada tenía que ver con actitudes heróicas, bondad infinita o altruismo, simplemente fue un instinto primitivo de protección que salió desde lo más profundo de su subconsciente, materializándose en lo que terminó por ser sus acciones.

Pero aunque de cierta manera supuso que Sasuke debía ser alguien importante, rico y lo suficientemente relacionado con el banco para que lo hubiesen tomado como rehén. Llevaba un apellido poderoso, que hasta alguien de fuera en el mundo de los negocios lo conocía, Uchiha. Y, justamente para quien él había aplicado para trabajar en una de sus muchas empresas el día anterior como guardia de seguridad. Y, para quien ahora iba a trabajar como seguridad personal de uno de sus herederos.

Ciertamente, cuando se durmió anoche, su máxima preocupación fue si su hija, su dulce y cariñosa princesa, se había divertido con su historia nada normal, pero que sabía le fascinaba. Bien, todo parecía ir muy bien. Todo excepto su extraña atracción por el que era ahora su cliente.

-Naruto -le llamó Sasuke al notar que su atención se desviaba -. ¿Te encuentras bien?

-Perfectamente -contestó de inmediato haciendo uso de las respuestas automáticas que desde hace rato era lo único que lograba formular-. Es que aún no me creo que tengo este trabajo.

Secretos de Seguridad. by Elizabeth Uchiha (NaruSasu) En Edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora