- 05 -

114 14 4
                                    


Pov. ________

Después de una larga jornada entre la mudanza y la limpieza me dispuse a descansar hasta que escuche que tocaban la puerta.

[Mm... ¿Quién podrá ser a está hora? Dudo que sea Pop, además, es el único que conozco en el pueblo.]

Me acerqué a la puerta, dude en abrir la puerta observando a través de la mirilla telescópico de la puerta.

Era un chico de cabellera celeste, llevaba un antifaz rojo y tenía unas orejas del mismo color que su pelo.

Sin más rodeos, abrí lentamente la puerta, acción que hizo que aquel joven se sobresaltara un poco.

- ¿Hola? ¿Se te ofrece algo? - Musitaste tímida -

- Buenas noches, nueva ciudadana, te doy la bienvenida al pueblo. - Dicho esto procedió a acercarse para extender su mano -

- Uh... Gracias, no quiero sonar grocera pero... ¿Quién eres? - Tomando su mano para saludarlo -

- Soy Splendid, el héroe de este pueblo, un placer conocerte, encanto. - En un movimiento rápido besa tu mano, coqueteando -

Te sorprendiste por aquel intento de coqueteo, te recordó a como se comportaba tu ex contigo, coqueto y encantador.

Como un reflejo involutario quitaste rápido tu mano de la suya, rascandote la nuca algo nerviosa.

Hace tiempo no sentías aquella cálida sensación en tu ser.

Te limitaste a sonrojarte, riendo de manera nerviosa, te movías para un costado, dándole pase al peli-celeste.

- ¿No te gustaría pasar? Hace frío afuera, vamos.

- No se preocupe, estaré bien, solo vine para saludarla, si llega a estar en peligro solo grite mi nombre y estaré de inmediato a sus servicios.

- Sí, gracias Splendid.

- Bueno, nos veremos más pronto de lo que crees, adiós~ - Dicho esto, le guiño a la joven y salió volando -

Estabas estupefacta, no sabías que decir, el chico salió volando, eso era imposible de creer para ti.

Personas con características de animales, un chico acaba de salir. ¿Qué más falta? ¿Asesinos? ¿Esquizofrénicos? ¿Inmortalidad?

Te sentías muy confundida, sabías que las respuestas a tus incógnitas estaba frente a ti, Pop.

Mañana hablarías con él, estabas determinada a ver que es lo realmente sucede, mientras tanto solo descansarías por ahora.

[...]

Decidí pasear por un par de horas, Pop había salido al parecer, y para matar el tiempo me puse a recorrer el pueblo.

Veía a varios caminar, parejas, incluso había una cerca de un restaurante, era la chica peli-rosada del otro día con... ¿un militar?

Eso no se veía todos los días, decidiste tomar otro rumbo, de algún modo, la sonrisa del chico militar derretía el corazón de cualquiera, incluso el mío.

[Espera... ¿acaba de verme? Ahora me sonríe, creo que parezco una acosadora, debo irme]

Saliste corriendo de aquel lugar, dejando atrás a un militar muy confundido.

Pov. Flippy/Fliqpy

Me parecio muy curioso ver un rostro nuevo por el pueblo, hace mucho que nadie venía.

Sin embargo, no dejé que eso me desviara de mi cita con Giggles, hace unas semanas quedamos en tener una cena al aire libre.

Ella es muy dulce y extrovertida, su firmeza y valentía son lo que más capto mi atención en ella.

Claro que a cierta "persona" no le gustó la idea de tener un romance, sin embargo, solo me limité a ignorarlo, ya habíamos llegado al restaurante, y a ella le encantó la rosa que le obsequié.

Estaba a punto de abrir y servirnos una copa de champagne cuando de pronto el sonido sordo del corcho de la botella al salir despedida sorpresivamente hizo que quedara en blanco por unos segundos.

Segundos que él aprovecho en salir, lo iba a hacer de nuevo y no había nada que pudiera hacer al respecto.

[...]

Al fin había tomado el control del cuerpo, solo quedaba deshacerme del peso muerto, siempre le dije que no debía enamorarse, que lo vuelve más débil de lo que ya es.

Pero bueno, al menos tomaré cartas en el asunto, sin más que decir ella no se percató de mi presencia.

Rompí con fuerza la botella de champagne, tomando de la rosa y arrebatandosela por la fuerza.

Debido a la fricción de las espinas contra su mano, hizo que se despedazara gran parte de su piel, causándole en gran parte mucho dolor.

- ¡AHHH! ¿¡Flippy, que te sucede!?

- Oh cariño, no soy Flippy, pero eso ya no importa.

Después de pronunciar las últimas palabras, había clavado la rosa en su cabeza perforandola, y moviendola de izquierda a derecha.

Veía como se deformaba su rostro, su voz por el dolor se entrecortaba tanto, los gritos cesaban y en tan solo segundos ya no había pulso en ella.

Extrañaba salir a cazar, era el mejor deporte que podría existir.

Decidí irme de manera triunfante y tranquila, no sin antes limpiarme la sangre de las manos.

Al pasar unos minutos y estar ya casi lejos del establecimiento, llegué a escuchar gritos de los transeuntes.

- Hah~.. Música para mis oídos - Decía mientras soltaba una leve risa -

Querías buscar a más personas para tu diversión, pero por alguna extraña razón no había nadie, pensabas en devolverte a casa cuando divisaste a una chica.

Supusiste que era Flaky, la mejor amiga de él o incluso Petunia, así que decidiste acecharla hasta que te encontrabas a escasos centímetros de ella.

Pero al voltearse era la chica nueva de la mañana, pensaste en divertirte un rato con ella.

- ¿Uh? Eres tú, el chico de aquel restaurante.





Emboscada - [Flippy x Reader]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora