|| La puerta a la libertad|| Hunter x reader

CAPÍTULO 1

Quien soy... No lo sé. Una humana con el nombre de ___, una chica loca e irritante que le cuesta adaptarse al medio que la rodea. Un mundo lleno de mentira, engaño, odio, envidia, violencia y muerte, un mundo en el cual no siento que encajo.

Mi familia no deja de decirme que estoy loca, siempre con mis teorías de otros universos, teoría M, teoría de cuerdas. "___ ya te escuchamos, no nos interesa", "Deberías concentrarte en cosas de verdad importantes, no que tus estupideces de otras dimensiones y así", "¿Por qué no te consigues novio? Si eres tan bonita", "¿Por qué no eres una chica como las demás?

Desde pequeña soy así, no sé si es por el síndrome de asperger o mis trastornos obsesivos compulsivos como siempre que alguien canta una canción en la escala equivocada yo lo corrija y le diga "estás fuera de tono", o mi obsesión con las cosas para normales y la fantasía, la posibilidad de encontrar otro mundo, un lugar alternativo donde sienta que encajo.

Acabo de empacar mis cosas en una mochila cualquiera para largarme de esta casa, por fin ser libre y escapar. Voy a visitar a un amigo para que me acoja mientras la situación está así y no me quede yo sola. Salí corriendo aproximadamente a las 2 de la mañana, cuando nadie en la casa está despierto, al fin seré libre. Corrí todo lo que pude hasta perder de vista mi unidad y adentrarme a lo desconocido. Llegué a un pueblo extraño y me puse a observar las estrellas y una bella luna iluminando el cielo nocturno. De repente escuché patrullas, estaban buscándome, así que corrí lo más rápido que pude a una cabaña vieja, abrí la puerta y mi vida cambió para siempre.

Seguí corriendo con los ojos cerrados hasta darme cuenta de que estaba en un bosque extraño.

- ¿C-cómo?- Me preguntaba cómo pasó esto, lo bueno es que encontré un aldea cerca. Seguí corriendo para ver si me podían ayudar a regresar o simplemente que me dieran direcciones para llegar a un hotel y pagar. Pero entre más me acercaba más extrañas se ponían las cosas, las casas eran raras, la gente también, con colores de cabello extravagantes y orejas puntiagudas. Estaba perpleja ante lo que estaba viendo en ese momento. ¿Acaso me había perdido? Me acerqué lentamente a un puesto, estaba por amanecer pero me aventuré a preguntar, pero choqué con alguien y tiré botellas medianas con líquidos brillantes.

-¡CUIDADO POR DONDE CAMINAS!

-L-lo siento, no fue mi intención tirar lo que sea que sea eso- Era muy tarde, la criatura extraña vio mis orejas y se percató de que no era de por aquí, así que llamó a los guardias, los cuales se acercaron rápidamente a mi pero logré salir corriendo y escapar hasta un bosque, con una luna diferente iluminando todo. Contemplé ese bello paisaje pero extraño y entonces lo entendí.

-No estoy en mi universo... ¡¡MI TEORÍA ES CIERTA!!- me puse a dar pequeños brincos de alegría- ¡Lo sabía! ¡Todo este tiempo tuve la razón!- Seguí saltando hasta que sentí que algo me golpeó y quedé inconsciente. No sabía lo que sucedía. Todo este tiempo escuché voces, voces que hablaban de mi.

-Entonces, ¿esta es la solución a nuestro problema? -Oía entre sueños- La escuché decir en el bosque cosas raras acerca de otros universos, definitivamente esta humana nos puede ser de ayuda tío.

- ¿Cómo nos puede ser de ayuda? ¿Acaso ella sabe acerca de cómo hacer portales a otras dimensiones?

- Según lo que vi en este cuaderno suyo, sí.

- ¿Y qué dice?

- Habla acerca de una teoría, de otras dimensiones y cómo hacer un agujero de gusano para atravesar así a otras dimensiones, eso nos podría ayudar a llegar al mundo de los humanos sin l sangre del titán

- Suficiente por hoy Guardia Dorado, aprecio tu intento de ayudar. Ahora llévate a esta humana y cuando despierte hazle preguntas acerca de cómo fue que obtuvo esa información.

- Si tío...

...

Estaba aturdida cuando me desperté. Me encontraba en una habitación extraña, me levanté con lentitud y vi mis cosas desparramadas en el suelo. - ¿Qué ver...?- No me dejaron terminar la palabrota cuando vi a un tipo con una máscara dorada detrás de una reja en mi puerta que se dirigió a mi.

- Hola humana.

- ¿Quién eres y por qué me tienes encerrada aquí? ¡YO NO HE HECHO NADA MALO!

- Tranquila, solo te haremos unas preguntas y es todo, necesitamos que nos ayudes con un asunto importante del emperador.

- E...¿Emperador? No estoy entendiendo nada. ¿Cómo es que le puedo ser útil a un wey que ni conozco?

- Jaja, que jergas tan extrañas tienen ustedes los humanos.

- ¿Cómo que jergas? ¿Acaso ustedes hablan con propiedad? -Dije en un tono pícaro con una pequeña sonrisa-

- Con más propiedad que tú si, pequeña humana. Ahora nos vas a ayudar a obtener cierta información para el emperador Belos.

- ¿Y que tanto quiere el emperador pelos para recurrir a preguntárselo a un simple humana como yo? Eso es realmente patético.

-¡MÁS RESPETO HACIA EL EMPERADOR!

- Si quieres que te suelte la sopa primero tendrás que decirme algo.

- Lo siento, pero no estoy obligado a hablar de ciertas cosas con humanos.

- Y yo no estoy obligada a responderle cosas a un payaso que se oculta detrás de una máscara.

- ¿Si sabes quién soy verdad?

- Un imbécil que me quiere sacar la información para quien sabe que cosas raras que estén planeando.

- Soy el guardia dorado, la mano derecha del emperador y te puedo sacar la información que quiera.

- Oh no, que desgracia, me van a sacar la sopa.- En ese momento el Guardia Dorado entra a mi celda y enseña una libreta conocida para mi.

- Bueno, me imagino que quieres esto de vuelta.

- ¡Oye cabeza de lata! ¡Ese es mi diario y es algo personal!

- Si lo quieres de vuelta tendrás que ir por él mi querida humana.- En ese momento salté hacia él pero me esquivó y caí torpemente al suelo.

- ¿Eso es todo lo que tienes humana?- Fue entonces cuando le pateé la entrepierna y le arrebaté mis cosas. Las empaqué rápidamente y me fui corriendo de ahí.

-¡Detente humana o las consecuencias serán fatales! -Corrí y corrí por los pasillos esquivando a los guardias. Salí del palacio por el puente y me fui hacia el bosque a punto de amanecer mientras el guardia dorado me perseguía sin cansancio..