CAPÍTULO 2

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|| DESDE LA PERSPECTIVA DE HUNTER ||

Sabía que esa humana nos iba a causar problemas, era de esperarse después de ver a la otra humana rara que me causó problemas, pero al menos esta era útil, no la dejaré ir. Agarré mi bastón y volé rápido hacia ella para evitar que se escapara pero ya estaba en el bosque.

- ¡No puedo dejar que escapes, necesito que me des información!

- ¡ESE NO ES MI PROBLEMA, BUFÓN! ¡APARTE, YA ESCAPÉ! - La humana de cabello castaño chino corrió hacia el bosque e intentó ocultarse entre los árboles, pero yo era más rápido. Sobrevolé los árboles y la encontré.

- Te tengo justo donde te quería.- Volé hacia ella pero no me di cuenta de que habían unas ramas y me caí en picada hacia una pendiente donde estaba la humana. Caí rodando hasta llegar a un punto donde no pude más y me detuve. Me dolía todo el cuerpo por la caída, de repente vi un rostro cerca de mi. Todo estaba muy borroso

De repente observé como los primeros rayos de sol iluminaron su rostro. Sus ojos oscuros como la noche se tornaron a un color marrón rojizo, su cabello marrón claro también se torno rojizo, tenía una nariz respingada y unos labios pequeños, jamás vi una chica como ella y comencé a sentir cosas extrañas en mi pecho. Me percaté de que mi máscara estaba rota y ella estaba viendo mi cara.

- Vaya, tienes unos ojos, muy extraños.- Dijo la humana con una voz entre temblorosa y cálida con un poco de dulzura. Me sonrojé sin darme cuenta ante esta vista tan extraña y a la vez linda, pero me levanté rápidamente esquivándola  y levantándome al instante para quitarle su libro. - ¡Oye, devuélveme mi diario imbécil!- Salí corriendo de ese lugar, estaba muy nervioso y no sabía que hacer, pero al menos tenía el libro, me senté en un lugar alejado de ella y comencé a leer para olvidar lo que pasó, no quería fallarle a Belos con mi bastón roto y ella fugitiva. Al menos podría llevarle el misterioso libro.

 Comencé a leer y vi cosas inimaginables, bestias de otros mundos, planetas y por su puesto una investigación acerca de otros universos donde ella explicaba con dibujitos acerca de una teoría extraña la cual proponía que el universo estaba compuesto de 11 dimensiones y tal vez más y ella analizaba cada una de ellas hasta la séptima. No pude comprender completamente lo que leía pero me estaba intrigando. Sin darme cuenta la humana llegó por atrás y me arrebató el  libro y me sometió en el suelo.

- ¡Te dije que no leyeras mi diario, es algo personal! Aparte de que no lo entenderías. - Yo no podía hablar, no podía huir ni atacarla debido a la falta de mi bastón y la ausencia de magia que es hereditaria, me dejaron una misión y no pude ni cumplirla. ¿Qué tan difícil era retener a una humana y sacarle toda la información?

- ¿Qué te pasa? ¿Por qué no respondes?

- Es mi fin, ni siquiera serví para una simple tarea como retenerte, soy totalmente inútil

- ¿De qué hablas?

- Estoy perdido, tenía una misión, un error y me eliminan. Si no soy de utilidad entonces no debo de seguir vivo

- Espera, ¿qué?

- Eras nuestra esperanza para poder abrir un portal, ya no hay sangre de titán disponible, la otra chica lo tenía y me dejó con muy poca, Belos se molestó y me mandó a mi habitación. No había tenido misiones en días y la única que me dejaron era retenerte, y te escapaste.. Te escapaste de mis manos.

- Sigo sin entender. ¿Qué es la sangre del titán? ¿Qué es este mundo? ¿Por qué me necesitan tanto?

- Te necesitamos porque posiblemente eres la única que sabe como abrir un portal y como funciona la sangre del titán.

-¿Me.. necesitan?

-Si, por favor, pero si no regresas al castillo el emperador me matará y será mi final.

- ¿Prometes contarme todo acerca de este mundo y confiarme sus secretos?

- Agh... De acuerdo, te diré todo si nos ayudas a nosotros.

- Entonces... ¿Regresamos al castillo?

- Sí pero con una condición, solo no andes hurgando todo y provocando desastres, ¿de acuerdo?

- ¡Lo prometo! - Chilló con una sonrisa muy grande y recogió sus cosas- Por cierto, mi nombre es ___. Y ya no me llames humana por favor, es raro.

- Está bien humana, digo ___...

- Jeje. -Volteó a verme con una sonrisa y caminamos hacia el castillo.- No me has dicho tu nombre. ¿O acaso te llamas Guardia Dorado?

- Mi nombre es Hunter...

- Ojalá tuviera un nombre cool como el tuyo.- Soltó una ligera risa y sonrió.

- Pero tienes un nombre hermoso.- Susurré.

- ¿Qué?

- Nada, no dije nada.- Me sonrojé levemente.

|| EN LA PERSPECTIVA DE ___||

Fuimos hacia el castillo, pero Hunter se veía muy alterado, parecía como si algo le estuviera molestando en el fondo. - ¿Todo bien Hunter?

- La verdad, no.- Dijo cabizbajo y con una expresión de angustia y preocupación, y eso que no soy buena notando emociones.

- ¿Quieres que te cuente de donde vengo?

- Más tarde sí.

- ¿Y por qué no ahora?

- Solo no quiero hablar.

Llegamos al castillo cruzando el puente de la entrada. Hunter me estaba guiando, pero entre más caminaba más nervioso se ponía. Cuando las personas se ponen nerviosas generalmente les ayudaba pero me rechazaban fuertemente, no quería ser inoportuna así que no le dije nada. De repente llegamos al trono del emperador, admito que estaba muy preocupada por lo que me podría pasar, aparte de que Hunter no estaba para nada bien.  Aun me pregunto cómo escapé de él tan rápido y de los guardias con una mochila tan pesada en mi espalda. 

- Hola Guardia Dorado, veo que trajiste a la humana.

- Si emperador, y aparte.- No lo dejó terminar su oración

-Veo que estás perpleja por lo que acaba de pasar humana. Necesito que respondas mis preguntas

- E-está bien?- Dije con un poco de nerviosismo

- ¿Cómo llegaste a este mundo?

- Pues... Escapé de unas personas que me perseguían, entré a un lugar extraño y de repente.. ¡PUM! Aparecí en esta tierra rara, de la cuál no sabía de su existencia-

- Ya veo... Vi tu librito. ¿Tú escribiste todo lo que hay ahí?

- Sí...

- Entonces nos podrías ayudar en lo que necesitamos. Pero primero, Guardia Dorado, consíguele una habitación. En un momento vamos a prepararle comida a nuestra invitada.


|| La puerta a la libertad|| Hunter x readerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora