-¡Quedo en Gryffindor!- grito Hermione a la hora del desayuno- ¡Oh, por Merlín! Es un Gryffindor
-¿Un qué?
-Hay papá- intervino Rose como quien le explica a un niño pequeño que el cielo es azul, que irónico, ella tiene cinco años y su padre 40- es una de las casas de Hogwarts, tú fuiste a Gryffindor ¿verdad mami?
-Si- dijo Hermione que no podía sentirse más orgullosa por su hijo. Le paso la carta a su esposo para que la leyera aunque apenas eran seis líneas.
-¿Y eso que quiere decir?- dijo su esposo que aun no sabía que tenía de especial.
-Pues cada casa tiene sus propias cualidades- explico Hermione- Slytherin es de los astutos, Hufflepuff de los trabajadores y leales, Ravenclaw de los más inteligentes y Gryffindor es el lugar donde habitan los valientes.
-¿Tú eras muy valiente, mami?
A Hermione le pareció extraño que su hija hablara en pasado pero se dio cuenta de que era verdad ¿En qué punto Hermione Granger había dejado de ser valiente?, la respuesta le vino inmediatamente pero alejo sus pensamientos de ahí y se limito a contestar a su hija.
-Sí, lo era.
-¿Y mi hermano?
-Bueno, supongo que también es valiente.
-Pero si le dan miedo las ratas.
-Hay muchos tipos de valentía- le dijo su madre- como el valor de enfrentarte a tus amigos o de hacer las cosas correctas en vez de las fáciles.- Su hija la miro sin comprender muy bien- no te preocupes ahora por eso, ¿Está bien?
Rose asintió pero era obvio que seguía dándole vueltas al asunto.
-¿Dónde aprendiste esas cosas?- le pregunto su esposo. La manera en que Hermione había dicho esas palabras… no podía explicar el sentimiento que le transmitió, como si de pronto Hermione fuera una mujer muy sabia y que ha vivido muchas cosas y no la esposa dedicada que es.
-En Hogwarts- respondió Hermione simplemente- ahí no solo aprendes magia.
En cuanto terminaron de desayunar Hermione le envió la contestación a su hijo firmando “H. Jean Craig.” Evitando poner su primer nombre y su apellido de soltera, no podía darse el lujo de que alguien sospechara. Felicito a Ron por haber quedado en Gryffindor y respondió a la pregunta de su hijo y le dijo que ella también estuvo en esa casa.
Volvió a releer la carta de Ron, en ella mencionaba a un Albus y un tal Frank, sus compañeros de habitación. También decía que había tenido mucha razón con Hogwarts, que era increíble. Hermione sonrió, esperaba que su hijo se lo pasara muy bien.
***
-Pociones es un fastidio
-Estoy de acuerdo.
Ron y Albus venían de las mazmorras en dirección a los jardines. Ya había pasado una semana desde que se inicio el curso y hasta el momento el apellido de Albus no había sido un inconveniente entre ellos, pues según Albus el apellido pesa y más si eres Potter.
-Tenemos una hora libre ¿A dónde quieres ir?
-Vamos al estadio, aun no hemos tenido oportunidad de verlo.- dijo Ron.
Los dos chicos se fueron al estadio, dentro no había nadie y pudieron estar a sus anchas. Se fueron a la grada más alta.
-La próxima vez hay que traer a Frank- dijo Albus asomando por el borde.
-Explícamelo otra vez que aun no termino de entender- le pidió Ron.
-Pues mira, en cada equipo hay siete jugadores- empezó Albus y se pasaron la siguiente media hora hablando de Quidditch hasta que finalmente llegaron a las anécdotas familiares donde sus parientes tenían mucho que ver.- casi todos en mi familia han jugado Quidditch. Papa fue capitán y buscador de Gryffindor desde el primer año.
ESTÁS LEYENDO
Los fantasmas de mi pasado
FanfictionLa vida de Hermione termino un 12 de septiembre de 1999. herida de por vida huyo del mundo mágico en busca del olvido, hoy 18 años después debe volver a todo aquello sin sucumbir a los terribles recuerdos.