Interludio: La Diosa Aqua

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Una mujer de cabellos azules yacía en las calles de un reino desconocido, un humano le había robado parte de su fuerza y poder, debilitándola, luego de eso la abandonó a su suerte, solo tenía su bastón el cual poseía una flor rosada en la punta y se cubría del frio con una bufanda rosa.

Ella se encontraba sollozando...quería rendirse, pero recordó a un hombre que podría, solo quizá, ayudarla...Satou Kazuma.

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《Tiempo: Antes de conocer a Kazuma // Lugar: Reino Celestial》

Un lugar que emana paz...tranquilidad para tu alma...un lugar de reposo, El Reino Celestial, lugar donde todas las divinidades conviven juntas, algunas mayores, otras menores, algunas del bien, otras del mal; ninguna se lleva mal con alguna, solo cumplen sus roles de equilibrio para sus mundos.

Una mujer de cabellos azules, ojos zafiros, delicada piel blanca cual porcelana, sumamente hermosa, junto a otras dos mujeres igual de hermosas, se encontraban en un pequeño estanque junto a algunas botellas de vino donde  estaban reposando.

[Aqua: Ah~ Que bien se siente descanzar y un buen vino...]

[Hestia: Tienes razón Aqua-san.]

[Ristarte: Sii~]

Unos minutos despues, las diosas se levantaron y tomaron rumbo al centro de todo, que conectaba sus mundos

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Unos minutos despues, las diosas se levantaron y tomaron rumbo al centro de todo, que conectaba sus mundos.

[Aqua: -Ah~ momento de trabajar...-  Nos vemos despues chicas.]

[Hestia: Ya lo creo Aqua-san.]

[Ristarte: Ya quiero más de ese vino~]

[Aqua: Jajaja hasta luego chicas.]

La diosa se dirigió a su mundo, a cuidar el país que le fue designado, Japón.

Ella adoraba este país, sobretodo sus cultura, los ánimes, mangas...y tambien burlase de algunos ninis.

Cada día era así, la diosa se sentía sola pero a la vez feliz pues "una Diosa aburrida significa que no hay desgracias en su país" eso la animaba, pero esa soledad a veces le dolía, sus superiores rara vez la iban a ver; estaba apartada.

De sus pocas amigas, Eris, la Diosa de la Fortuna, aunque era su kohai, la divinidad del agua la consideraba una de sus más grandes amigas aunque nunca lo admitiría por su orgullo.

Cierto día que se encontraba leyendo sus mangas favoritos, vio uno de un Isekai donde la divinidad encargada de guiar al humano a otro mundo, lo hacía como si fuera El Elegido solo por diversión, así que de manera juguetona decidió que a la siguiente alma joven que llegase, le haría lo mismo.

Konosuba: Kazuma Corazón De DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora