Un Amor Desde La Infancia [COMPLETA]

Capítulo 32.2

Maratón [7/-]

Con mi prima y mi madre estábamos en el centro comercial, en una tienda para bebés, ellas estaban felices viendo toda la ropa, cobijas, etc.

—Esta es bonita —le dijo Cecia a mi madre.

—Siii —le respondió mi madre emocionada.

Ella seguían viendo las cosas, yo solo miraba, todo era bonito hasta que vi a alguien que no quería ver, Juan andaba en el centro comercial, andaba sólo.

—Kim? —Cecia me llamó —qué pasa? —me preguntó.

—No nada, para que me llamas? Y mi madre? —ahora yo le pregunté a ella.

—Esta viendo las cunas —me miró seria —yo también lo vi pasar, tú andas con nosotras —nos fuimos con mi madre.

—Mira hija, elegí estas tres opciones para ti —me señaló tres cunas.

—Me gusta la primera —le dije a la muchacha que nos estaba ayudando con las compras.

—Algo más señoritas? —nos preguntó.

—Por el momento no, gracias —le sonreí.

—Ten hija —mi madre me dio dinero.

—Yo voy a pagar —le sonreí por que me daba pena aceptar su dinero.

—Es por mi nieta —me dio el dinero —con Cecia vamos ir a meter las cosas al carro mientras tu vas a pagar —terminó de decir.

Dos muchachos vinieron a agarrar la cuna, mientras que Cecia y mi madre se llevaron las bolsas.

—Por aquí señorita —seguí a la muchacha hasta la caja registradora.

Terminé de pagar todo, salí de la tienda e iba bajando unas escaleras para llega al estacionamiento, pero me lo volví a encontrar.

—Porqué estabas en una tienda para bebés? —me preguntó Juan.

—Eso a ti no te importa —iba a pasar a su lado, pero el agarró mi brazo y me pegó a él.

—Deja de ignorarme, por favor déjame explicarte —lo vi directo a los ojos, lo notaba arrepentido pero no iba a caer en sus juegos.

—Ella me lo dejó bien claro —me separé de él —no tienes que explicarme nada —dije con asco.

—Te voy a decir toda la verdad, pero no aquí —me volvió a pegar a él —salgamos a tomar algo —paso sus manos por mi cintura.

—No —le dije seria, pero no pude evitar mirar sus labios me dieron ganas de besarlo, pero me contuve.

—Por favor nena —se acercó mucho, tanto que nuestras respiraciones chocaban —no aguanto ni un minuto más estar sin ti —rozó sus labios con los míos.

—Esta bien, vamos... vamos a la heladería que íbamos cuando... cuando eramos niños —mis ojos se conectaron con los de él.

—A las tres de la tarde te espero nena —me dio un beso en la mejilla y se fue al centro comercial.

Salí de mi trance, mi respiración estaba agitada por lo que acaba de pasar, me di un golpe en la frente mentalmente por lo que dije, mejor me fui con mi mamá y mi prima.

—Porqué tardaste hija? —me preguntó mi madre.

—Había mucha fila cuando ustedes se fueron —nos subimos a mi auto.

Luego de que fuimos a dejar a mi madre, nos fuimos a mi casa, con la ayuda de Nelson metimos la cuna. Siento que ya es hora de decirle a Cecia de que me voy a ver con Juan, solo espero que no se enoje.