CAPITULO 4

563 32 1
                                    

No paso mucho más después de la sesión y los meses siguientes. En un abrir y cerrar de ojos ya era el primer fin de semana y mis nervios colapsaban.
Tenía que demostrar algo y eso ponía una presión en mis hombros tremenda. Para no ponerlo peor me llamo mi padre así me deseaba suerte.

La llamada de mi padre me causaba más presión que ninguna otra cosa en el mundo, no me lo tomen a mal mi relación con él es hermosa, yo soy su favorita pero eso causa un peso en mis hombros impresionante.
Toda mi infancia fue ganar para que él sea feliz y eso había generado en mi una ambición y presión que nadie más podía entender. El ser perfecta para sus ojos causó tener que serlo para el resto también.
Su pequeña leyenda, como él me decía desde que empece con todo esto, tenía miedo de ya no serlo más .
Era jueves y arribe en el paddock como todos, los pilotos al verme pasar me saludaban muy amablemente lo que causaba en mí un alivio tremendo. Al llevar al box de mi escudería empece con todas las preparaciones para el fin de semana, quería ser la mejor y para eso tenia que esforzarme el doble.
A las 5 horas me dio hambre por lo que me dirigí a comer algo, sola porque esta vez ni Arthur ni nadie me había acompañado (por decisión propia fue eso,ya que no necesitaba alguna distracción).
Me senté y empece a comer mi rica ensalada que llevaba sandía, era algo raro que me gustaba ponerle porque quedaba riquísimo, a Charles no le gustaba ni un poco por lo que cuando se acercó me la rechazó por completo.
- Hola enana - dijo Charles y se sentó en frente mío.
- Hola - dije
- Y como va todo? Estás nerviosa? Si estás nerviosa no lo estés porque seguro te va bien - dijo Charles tratando de darme un consejo creo.
- No estoy nerviosa ya te lo dije mil veces tranquilo, solo estoy expectante - dije y Charles se rio
- Te hiciste amigos? - dijo
- Ufff no sabes cuantos - dije con un claro sarcasmo en mi voz
- Lando quiere ser tu amigo seguro - soltó de repente por su boca
- Porque lo decís? - dije
- Porque viene para acá y yo me voy - dijo y sin dejarme rogarle que se quede desapareció entre el tumulto.
- Hola - escuche atrás mío y al darme vuelta era el, ese morocho que sus ojos causaban derretirme, pero obvio solo porque apreciaba ver gente linda.
- Hola - dije un poco tímida pero intenté que no se notara.
- Y como te sentís con todo? - dijo para luego sentarse donde Charles lo había hecho.
- Bien, normal tampoco es tan diferente a fórmula 2, lo único es que no conozco a muchos - dije
- Bueno estoy yo que me conoces - dijo
- Hablamos una vez nomas - dije
- Y entonces hablemos más veces - dijo
Y es lo que hicimos, nos la pasamos hablando de cosas sin sentidos durante dos horas hasta que nos tuvimos que ir cada uno a su hotel. La verdad es que Lando era encantador y me entendía muy bien.

La leyenda Donde viven las historias. Descúbrelo ahora