La leyenda

CAPITULO 10

Y así fue, hablamos tanto que nos hicimos muy cercanos, él no sabía todo lo de mi vida pero yo sabía mucho de la de él. Todo nuestro vínculo era de
amistad obviamente, aunque yo estaba enamorada de él.

MÓNACO

Monaco, el Preciado lugar donde vivía, me había mudado ahí hacia unos años cuando Arthur le dijo que vaya con el, la mejor decisión que tome. Mi escuela, amigos y vida estaban ahí y aunque me encantaría que mi familia también.
Estoy en el último año de colegio por si quieren saber y es una mañana media apurada, llego tarde a este mismo.
Odio ir a la escuela, nada más voy porque para mudarme aquí la única condición que puso mi mamá es que termine el secundario y eso estaba tratando de hacer. Habitualmente iba a desayunar a lo de Arthur y luego caminado iba a la institución y está no era la excepción.

- Llegas tarde - me grito Arthur

- Ya se - dije

- Siempre haces lo mismo, no quieres ir por eso tardas en llegar - dijo Charles entrando al comedor donde estábamos mi mejor amigo y yo.

- Si me gusta ir - dije mintiendo

- Dale anda - dijo Arthur abriéndome la puerta de su casa - Suerte y después te paso a buscar

Agarre mis cosas y me digne a emprender viaje a este mismo. Caminando me llama alguien que hizo mi día mas ameno

LANDO🙃
- Estás yendo al colegio?
- Si por?
- Nada quería saber, y después qué haces?
- Nada creo, seguro vaya al gimnasio o alguna otra cosa
- No estás llegando tarde?
- Un poco pero nada que sea tan malo
- Bueno te dejo chau
- Chau

Las llamadas de Lando aunque a veces sean insignificantes en él sentido de aportar algo de igual manera me encantaban porque me hacía sentir que él se preocupaba por mi.
Estaba de camino a mi colegio, algo que odio con todo mi corazón. Les voy a explicar el porqué obviamente, no soy querida por nadie, me la paso sola y eso es porque un grupito de tres chicas me hicieron la cruz desde el primer día y desde ahí me hacen la vida imposible. Nunca se lo dije a nadie, ni a Arthur, era algo que me lo guardaba no los quería preocupar por mi bienestar y además era una estupides de adolescentes, pero la verdad que la pasaba muy mal.
Primero nunca fui muy buena en el colegio, es algo que no me interesa y nunca me interesará, tampoco me porto de lo más bien, no me gusta que me falten el respeto y hay una preceptora que siempre me busca para que termine en dirección y por ultimo están estas chicas que su tarea principal es molestarme.
Por suerte no me presento mucho en la institución, nada más voy ahí porque él director es gran fan mío y me deja faltar los días de carrera.
Y ahí estaba yo entrando por esas grandes puertas, cuando escuche a ese trío atrás mío yéndome a molestar.

- Que horror tu uniforme - dije Carla

- Si no se como te dejan entrar con eso, es demasiado corto - dijo Venecia

- Y si, ella siempre quiere a todos los chicos a tras de ella - dijo por último Dafne

Yo lo único que hice fue ignorarlas y seguir mi paso.

- Ay la pequeña Trinidad no se anima a enfrentarse- dijo Dafne

- Es que se cree muy especial ella - dijo Carla

- Ojo con lo qué haces Trini o a quien miras - dijo por último Venecia y se retiraron de atrás mío.

Odiaba a estas chicas, eran insoportables, siempre decían que yo era una roba novios y la verdad es que no conocía a nadie del colegio.
Mi mañana paso de lo más normal, matemática en las dos primeras y física en las dos del medio, salía justo de ese salón para dirigirme al descanso y luego química y literatura. Estaba en mi casillero buscando algo cuando un chico se acerca a mí a consultarme algo de física, sabía que estaba en mi clase pero no tenía idea de su nombre, en una esquina estaban las tres brujas mirándome y riéndose de mí pero no les di importancia y le presté atención al muchacho delante mío.