02. El cisne no quiere salir.

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La tarde llegó más rápido de lo esperado. Una tarde en donde un ajetreado chino daba vueltas en su habitación y hablaba tan rápido del problema que tenía que ni sus mismos padres podían comprenderlo, tal acción ya tenía cansado y mareado a RenJun y sin pensarlo más, tomó los hombros del menor y lo hizo sentar bruscamente en la cama.

–Ahora explícame lentamente el por qué de tu histeria. –Demandó RenJun con la poca paciencia que le quedaba.

–Sabes que desde un principio ni siquiera quería participar de todo esto, sabía que terminaría siendo un día alocado, pero ellos me prometieron que todo iba a salir perfecto. –Mencionó señalando sus padres que en ese momento se hicieron los desentendidos y abandonaron la habitación como si sus presencias no hicieran falta en aquella protesta. –Y lo acepté pensando que todo iba a salir favorable. Ahora falta una hora para que dé inicio la fiesta, ¡¿Y qué es lo que me vengo enterando ahorita?! ¡El jodido traje fue intercambiado con alguien más!

–No creo que sea para tanto. –El ceño fruncido de RenJun le hizo jadear de irritación, así que levantándose de la cama, con más fuerza de la necesaria sacó del gran closet el traje que se suponía debería de ser negro.

–Es amarillo. –Los ojos del chino mayor brillaron con diversión.

–¡No me digas! Estoy tan ciego que ni me daba cuenta. –Exasperó soltando un grito, y no le importó que se haya escuchado tan chillón, tenía cosas más importantes que pensar como para molestarse consigo mismo por eso.

–Zhong, yo no tengo la culpa para que me trates así. –Le reprochó un poco harto del comportamiento de su amigo.

Un lamento brotó de los labios de ChenLe, acto seguido dejó el traje donde anteriormente estaba, y arrastrando sus pies por el suelo se dirigió nuevamente a su cama para tirarse en ella y hacer una para nada, disimulada rabieta.

Y no fue pasados unos minutos que giró su cabeza hacia el lado en donde estaba su amigo para dirigirle una mirada apenada.

–Lo siento, no debí hacerlo. Estoy tan estresado por todo esto que no controlo mis palabras. –Soltó después de un largo suspiro resignado. –Supongo que seré el hazmerreír hoy en la noche.

–Nadie será el hazmerreír de nadie. –La voz autoritaria de JiSung les hizo pegar a ambos un brinco. El coreano se adentraba con gran confianza en la habitación y se detuvo hasta posicionarse frente a ChenLe. –Aún no sé si te va a quedar; todas las tiendas estaban cerradas y le tuve que rogar al anciano de la última tienda que la abriera para comprar el traje... hice lo más que pude. –Añadió sacando detrás de él, el gran saco azul marino en donde guindaba el traje anteriormente comprado.

ChenLe se incorporó de la cama y acercándose, tomó el zipper hasta deslizarlo al final y ver el conjunto que le era ofrecido.

–Sé que habías pedido un traje negro para el evento, pero este me gustó demasiado desde que lo vi y en mi mente te ves magnífico y–

–H-hyung... –El sollozo rompió con el relato del mayor. ChenLe se abalanzó hacia el más alto y fue recibido por unos fuertes brazos que le envolvieron la cintura con delicadeza. –Estoy infinitamente agradecido con hyung.

–Haría lo que fuera por mi amigo.

Amigo.

Auch. Una palabra tan corta que le dolía con toda el alma.

Pero no podía debatir ante aquellas palabras, porque ciertamente, eso es lo que son. Solo amigos.

–Lele. –Su otro amigo que miraba aquella escena tan atento, notó el repentino cambio que había adquirido el chino en los últimos segundos, así que sin meditarlo, tomó del brazo al mencionado y le apartó del mayor. –JiSung vete a casa, necesitas cambiarte por algo más formal. –Dijo mirándolo de arriba hacia abajo notando el desastre que era su ropa. Negando con su cabeza se giró al otro chico. –Y tú, lavarás tu cara y te prepararás con el traje que JiSung eligió para ti. A-ho-ra. –Y el chasquido de los dedos fue el detonante para que ambos aludidos comenzaran con lo anteriormente ordenado por él.

As the world caves in for our love 《JiChen》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora