Destinado a amarte (Ed. 1)

3. Ira

Normalmente, cuando un paciente en estado de coma despierta lo mejor es mantenerlo tranquilo y no provocarle muchas preocupaciones, así puede concentrarse en recuperarse rápidamente del estrés que sufrió su cuerpo durante el tiempo que estuvo postrado; sin embargo, para mala suerte de Type, este no era su caso.

Desde que despertó no había tenido ni un solo día de paz ya que el bastardo que decía ser su pareja no dejaba de visitarlo y, no conforme con eso, el tiempo que pasaba en el hospital durante el día era demasiado, solo le faltaba quedarse a dormir para estar ahí las veinticuatro horas, pegado a él.

— Te traje la comida.

— No quiero nada que venga de ti, deshazte de ella.

Esto ya se estaba convirtiendo en parte de su rutina diaria, ver llegar al castaño con una bolsa llena de comida, misma que intentaría rechazar pero le sería imposible.

— ¿De verdad? Mi madre se sentirá decepcionada al escuchar que tiraste la comida que le llevó tanto tiempo hacer, que lástima que su esfuerzo...

— ¡Ya entendí! —lo interrumpió— Dame eso.

Desde que se dio cuenta de que su madre era la única persona en su familia que hacía ceder a Type, había estado utilizando ese recurso cuando era necesario.

Por su parte, el moreno realmente quería odiar todo lo relacionado con la otra persona pero la familia del imbécil se lo ponía muy difícil; su madre lo trataba como si fuera su verdadero hijo y la menor de la familia se esforzaba por tener una buena relación con él a pesar de lo grosero que se había portado con ella.

— Al menos desaparece de mi vista, me dará indigestión de solo verte.

— Está bien. Saldré a hacer unas llamadas, así puedes comer tranquilo.

— Me importa una mierda lo que tengas que hacer, solo vete.

Aunque el castaño se negaba a dejarlo solo, tenía que admitir que al menos le daba suficiente espacio para respirar y no sentirse asfixiado por su presencia.

Así fue como siguieron pasando los días, con pequeñas discusiones entre los dos hombres o momentos de silencio en los que ambos concentran su atención en sus respectivos asuntos; por su parte, Tharn tenía que seguir trabajando aunque no estuviera yendo a su estudio mientras que a Type no le quedaba más opción que encontrar alguna distracción con las pertenencias que el castaño le había llevado, cualquier cosa era mejor que tener que hablar con él.

— ¿Hasta cuándo piensas ser una molestia?

Cuando se quedaba sin opciones, el único entretenimiento que le quedaba era tratar de molestar a la persona que intentaba trabajar, con suerte lo molestaría lo suficiente para que se largara.

— Ya estoy por terminar mi trabajo así que espera un poco, después podré darte toda la atención que quieras.

— ¡¿Quién demonios quiere tu atención?!

Cualquiera podría pensar que la actitud de Tharn es demasiado positiva considerando lo seria que es su situación actual; sin embargo, después de haber vivido los peores nueve meses de su vida creyendo que en cualquier momento podría perder al amor de su vida, las cosas definitivamente habían mejorado considerablemente; que no pudiera recordarlo era lo de menos, lo importante es que había despertado.

El único temor que había experimentado había sido el de no saber cómo reaccionarían los padres de su novio ante la noticia ya que existía la posibilidad de que quisieran llevárselo, pero al escuchar que tomaron la decisión de dejarlo a su cuidado podía estar tranquilo, solo debía esforzarse por estar a la altura de sus expectativas.