Historia

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Nueve horas. Nueve horas... Sólo hace nueve horas, y ya estoy así. ¿Qué me pasa? ¿Qué le pasa a mi cuerpo? No puedo entenderlo. Cómo ha podido ocurrir.

Yo, alguien con quien casi nadie se habla. Alguien que más allá de la tonteria, de la gracia y de la locura, no existe. Alguien que sino fuera por la llamada de atención, nadie se daría cuenta de su existencia.

¿Por qué me pasó eso a mí?

¿Qué he podido hacer para que se fijara en mí?

Por más vueltas que le doy no le encuentro explicación.

A ver, vamos a repasar lo que pa...

-¿Dónde?

-¿Dónde qué?

-¿¡Pero tú estás atento!?

-¡Ay! Disculpe, me había ido un momento. ¿Me puede repetir la pregunta?

-Por favor, céntrate, que no sé que te pasa, con lo atento que eres tú la mayoría de veces.

-Perdón Mercedes.

Bufff... Por fin se ha acabado la clase. Me gusta la filosofía, pero llega a ser muy pesada. Y que suerte. La profe va y se da cuenta, un día en el que no estoy atento, y va, y se da cuenta de que estoy distraído.

Debería dejar de sentarme en frente de ella.

¡Dios mío! Que pereza... Ahora historia, al menos es con Cleo.
Bueno antes de ir, pasaré por el lavabo.

Ala, que bien me he quedado. Llevaba rato con ganas de ir, pero después de lo ocurrido, no quería molestar a Mercedes.

Ya están todos en clase, que palo. Otra vez adelante. ¿Algún día tendré la suerte de ponerme al final? Yo creo que no. Esta es mi suerte. Bueno al menos me toca en frente de la pizarra, así puedo ver los grandes dibujos que hace la profesora, son super originales. Ojalá fuera profesor, para hacer dibujos así. Yo creo que nadie los entiende, excepto ella.

Pues nada, solito y cerca del profe, como debe ser. A veces no me gusta la soledad.

-Bueno chicos, ¿Qué tal el fin de semana?- Si yo te contara... La pobre, con lo buena profesora y persona que es y nadie le presta atención.

-Muy bien, Cleo. Ayer fui a Barcelona- al final, siempre soy yo el que le contesta.

-Por favor, un poco de silencio. Que hoy tenemos que avanzar bastante en la materia. Vamos bastante retrasados. He estado hablando con varios profesores, y dicen que vamos mal. Así que prestarme atención y abrir el libro, en la página 47.

¡Mierda! Se me ha olvidado el libro. ¿Como puede ser? Apenas cuatro semanas que empeze el batchillerato, y ya me olvidado el libro tres veces. Que pesadez de memoria. La tengo fatal.

-Cleo. Se me ha olvidado el libro.

-Vaya, pues.... Siéntate con alguien que tenga libro.

En ese momento, va y pasa lo peor que me podía pasar. El único que está sólo, y es Albert. Bufff como odio a ese chaval. Por favor, que no quiero ir con el. Es tan guapo y tan popular, que me da asco.

Ojalá fuese popular...

Alomejor, si me siento a su lado, me volveré popular. Podemos hacernos amigos, después quedar algún día y que me presenté gente de su entorno. Luego me enseñaria a cómo ser alguien guay. Y podría conocer al amor de mi vida. Entonces me pondría las pilas, y estudiaría sin parar. Podría hasta escribir, y hacer algún vídeo. Pero lo primero sera apuntarme al gimnasio, claro así estare cuadrado, y le gustare a mi novia. Y seré más popular. Tendré miles de seguidores en instagram. Hahaha.....

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