capítulo 17

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Punto de vista de Camila:
Deseo

Una de mis manos se apretaba al rededor de la copa de vidrio mientras observaba desde mi mesa a Lauren y Jennifer en la terraza del salón. La excantante que me robaba el aliento llevaba unos pantalones negros con rayas blancas que le quedaban holgados y una blusa blanca entallada, en sus hombros había un blazer a juego con el pantalón y sus zapatos eran blancos, estaba preciosa y la odiaba por eso. Me había llamado por teléfono luego de irse de mi casa, pero rechacé la llamada y ella no volvió a intentarlo, solo me había dejado un mensaje que decía que cuando quisiera hablar, la llamara, pero obviamente no iba a hacerlo.

Estaba acostumbrada a otra cosa.

La maldita jugadora era todo lo contrario a lo que yo conocía. Estaba acostumbrada a que Guillermo me llamara más de diez veces, a qué insistiera demasiado, a que me buscara y me rogara que le diese mi atención, pero Lauren era todo lo contrario. Lauren solo me había llamado una vez, me había dejado solo un mensaje y no sabía cómo sentirme al respecto. Y ahí estaba, me había buscado en lo que llegué para hablarme en privado, pero le había dicho que me dejara en paz ¿y como no? la maldita cantante me dejó en paz.

Estaba sentada al lado de Guillermo quien hablaba de forma entretenida con gente de la alta sociedad, me tenía a su lado apretándome contra su cuerpo porque para el yo era solo un trofeo. Lo único interesante que me había pasado hasta el momento eran las personas que me habían reconocido por mi trabajo y me habían hecho varias preguntas al respecto. Ser oncologa era más que mi trabajo, era mi vida y aunque era difícil, me gustaba poder dar información sobre un tema tan delicado como el cáncer.

Después de eso, no había nada más. Solo conversaciones vacías, sonrisas falsas y yo, tratando de sentirme a gusto cuando la verdad no era así. Quería irme a casa, la única razón por la que no lo hacía era porque mis amigas venían, lo cual me molestaba porque la idea era venir todas juntas, pero algo había surgido. Tampoco quería irme porque la verdad era que no quería perder de vista a Lauren con esa mujer, no quería. Y me estaba consumiendo en mi silla observandolas desde la distancia, a Lauren rodeándola con uno de sus brazos, riéndose con las demás personas, acariciando sus cintura, me estaba consumiendo, me estaba volviendo loca.

" Voy por más comida. " Le dije a Guillermo quien me dió una sonrisa.

" Tráeme algo cielo, por favor. " Me pidió y yo le guiñé el ojo cariñosamente antes levantarme para dirigirme a dónde se servían las comidas.

Tome un plato y un cubierto abriendo las enormes bandejas de plata en dónde se encontraba la comida y comencé a servir la de mi esposo, justo cuando sentí como alguien se paró detrás de mi.

" ¿Le sirves a tu esposo? " La voz ronca se escuchó detrás de mi logrando erizar los vellos de mi piel.

" ¿Por qué no te pierdes? " Le pregunté a Lauren de forma hostil mientras dejaba en plato en la alargada encimera para abrir la otra bandeja, pero eso solo le dió pie para tomarme del brazo y girarme haciendo que la encarara.

" Déjalo Camila. Deja de tratarme así. " Lauren me dijo seriamente, su toque era firme y sus ojos oscuros, se estaba cansando de esto y lo sabía, pero ella era paciente y compasiva, mi carácter era horrible.

" Te dije que no me tocaras. " Le contesté fríamente quitando sus manos fuera de mi piel " No me toques con las manos con las que tocas a tus zorras. " Mis ojos encendidos aniquilaron los suyos intensos " ¿Qué crees que pensará tú zorra si te ve detrás de una mujer casada? Mejor vete con ella, lo menos que quiero es un escándalo que mi esposo pueda malinterpretar. " Le dije antes de darle la espalda y volver a tomar los platos para servir.

La vida es hermosa (camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora