capítulo 30

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Lauren suspiró sintiendo como si sus cuerdas vocales la estuviesen asfixiando cuando al despertar Camila no se encontraba junto a ella en la cama, era la madrugada número tres que eso sucedía. Ella se sentó en la orilla de la cama y tanteó con sus manos a uno de sus lados encontrando su pierna biónica, se la colocó antes de mirar su teléfono una vez y dirigirse hacía la terraza en dónde como se lo esperaba, encontró a Camila dormida encima de la laptop, Lauren suspiró con el ceño fruncido y se acercó a ella empujando la silla y la mesa para tomarla en brazos y llevarla a la cama en dónde la dejó suavemente antes de volver a la terraza para desconectar la computadora sin poder evitar mirar la reseña que estaba leyendo su esposa antes de dormirse encima de la pantalla.

Apretó los dientes unos con otros cuando miró un montón de pestañas abiertas sobre distintas informaciones para médicos sobre el cáncer metástasico, encontró un gran libro abierto encima de la mesa que contenía la misma información y suspiró apagando el aparato y cerrando el libro antes de tragar saliva con sus ojos cristalinos y regresar dentro de la habitación, ella se sentó en la orilla del lado en dónde había acostado a Camila. Se sentó a su lado mirándola desde su posición y le acarició el cabello sintiendo sus ojos cristalinos antes de sus lágrimas derramándose por sus mejillas; ella se inclinó hacia su pecho y lloró silenciosamente durante unos cuantos minutos antes de dejar un beso suave en su frente y con ello, salir de la habitación.

Recurrente
Punto de vista de Camila


Comencé a despertarme cuando un sonido fuerte viniendo de la parte de abajo me sacó de mis sueños. Me estiré por algunos segundos hasta que al abrir levemente mis ojos me di cuenta y entonces los abrí con fuerzas. No me había quedado dormida en la cama, de hecho, ni si quiera recuerdo en que momento me había quedado dormida; pero sabía que Lauren me había traído. Cuando busqué a mi esposa en su lado de la cama, ella no estaba; fue cuando decidí levantarme. Me dirigí al baño para tomar una ducha y cuando bajé estaban Ron y Valen jugando con masa flexible en la mesa y Francesco dormido en el sofá, pero no Laur.

Me acerqué a mi hijo acariciando su cabello con suavidad y el abrió sus ojos cansados para mirarme.

" ¿Dónde está Laur, amor? " Le pregunté por lo bajo y el frunció ligeramente el ceño.

" Creí que dormía contigo. " Me contestó y yo suspiré negando con la cabeza.

" No, habrá salido a hacer algo. " Dije encogiendome de hombros " ¿Ya desayunaron? " Le pregunté y el asintió con suavidad.

" Cereales. " Contestó " los chicos despertaron con mucha energía. " Dijo haciéndome reír.

" ¿Sabes que? Yo también desayunaré cereales. " Le guiñé el ojo antes de moverme hacía la cocina. Pero antes de comenzar a hacer cualquier cosa, utilicé mi teléfono para mirar si tenía algún mensaje de mi esposa, pero no era así.

Traté de ignorar el sentimiento de abandono que me fue inevitable sentir junto a la molestia de que ella no dijese dónde iba. Marqué su número y la llamé pero cuando empezó a timbrar escuché el tono de su teléfono sonando en la parte de arriba de la casa y Francesco volteó a mirarme; el me quedó mirando a los ojos y me dió una sonrisa suave que me hizo saber que me había pillado llamando a Lauren y que el sabía que yo estaba preocupada por ella. Colgué rápidamente y suspirando, me metí el teléfono en el bolsillo del chandal y comencé a servirme mi cereal.

Pensé que tal vez podría haber ido a la tienda por cualquier cosa, pero habían insumos así que lo descartaba totalmente. Podía haber ido a las fundaciones, pero el coche estaba fuera. Lauren había ido a pie a algún sitio y eso me resultaba extraño a la vez que me molestaba, porque no entendía porque no me había dicho nada.

La vida es hermosa (camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora