La nave de salto

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-Mejora tus golpes, Poché. Manten el peso sobre tu pie trasero.

Poché estaba entrenando en el DEO (Departamento de Operaciones Extranormales) con su hermana, Valentina. Ambas estaban en la sala de entrenamiento con Kryptonita atacando cuerpo a cuerpo. Las hermanas venían aquí al menos una vez por semana para mejorar las habilidades de lucha de Poché; no quiere decir que fuera una mala luchadora, pero Valentina sentía que su hermana confiaba demasiado de sus poderes en las batallas, lo cual estaba bien cuando luchaba contra otros alienígenas y monstruos morados gigantes, pero podría ser peligroso en situaciones normales de crimen como los robos.

Además, con Cadmus (Organización en contra de la vida extraterrestre) en aumento, Poché tenía que estar preparada para cualquier cosa, especialmente porque la organización parecía tener montañas de Kryptonita a su disposición.

-¡Auch! -Poché exclamó cuando Valentina la golpeó en el costado, enviándola al suelo. Los niveles de Kryptonita la habían debilitado tanto que se quedó abajo.

-¿Por qué tenemos que entrenar así? -Poché gimió.

-Porque no todo se puede resolver con superfuerza y visión de calor.

-Por lo general si.

Valentina saltó de la plataforma y apagó la Kryptonita, agarró dos toallas y dos botellas de agua en el proceso, entregándole una a Poché

-Venga. Vamos a llevarte debajo de esas lámparas solares.

*****

Poché podía sentir que su fuerza regresaba cuanto más tiempo permanecía debajo de las lámparas solares amarillas. Pero estaba empezando a ponerse nerviosa, porque odiaba permanecer inactiva durante demasiado tiempo.

-¿Cuanto tiempo más?

-Unos 15 minutos más -Valentina había cambiado la ropa de entrenamiento por la bata de laboratorio, observando la recuperación de Poché con precisión.

Poché resopló -¡Parece que he estado aquí horas!

-¡Solo has estado ahí por 45 minutos!

Poché comenzó a sentarse -Me siento bien, Vale, en serio.

Valentina puso una mano sobre su hombro. -Ah ah ah, señorita. Trece minutos más.

Poché dejó escapar un suspiro molesto antes de recostarse en derrota.

-¿Y si pasa algo en los próximos trece minutos? ¿Y si Cadmus ataca de nuevo?

Valentina sacudió la cabeza -No lo harán.

-Valentina, sé que han estado inactivos por tres semanas, y eso significa que están tramando algo. No sé cuál será su próximo golpe.

Poché cerró los ojos y dejó escapar un suspiro. Su última pelea contra Cadmus la dejó bajo estas lámparas durante tres días completos, dejando a National City prácticamente indefensa. Afortunadamente, Raúl (o mas conocido como "Detective Marciano") ayudó en su ausencia mientras se recuperaba, pero Poché todavía se sentía inútil y ha estado nerviosa desde entonces.

La organización anti-alienígena se estaba fortaleciendo día a día, por lo que dejar de atacar durante tres semanas seguidas puso a Poché y al resto del DEO al límite. Se acercaba algo grande, simplemente no sabían que.

Y Poché no estaba segura de poder detenerlo.

Lo que empeoraba las cosas era María Fernanda Calle, la cabeza de Cadmus. Era tan inteligente como despiadada, y eso era un combo mortal. Desde que su hijo Johann fue a prisión, María Fernanda ha tomado su venganza personal contra los extraterrestres, prometiendo deshacerse de los "invasores" de una vez por todas.

𝙘𝙧𝙤𝙨𝙨𝙞𝙣𝙜 𝙩𝙝𝙚 𝙩𝙞𝙢𝙚𝙨 [𝘾𝙖𝙘𝙝𝙚]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora