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Saint no estaba arrepentido. Para nada.

Habían pasado ya unos cuantos meses, la denuncia ahora ya estaba siendo procesada como es debido. Se le cruzaron algunas cosas en el camino, pues, para mucha gente lo que había pasado no era algo grave.

Acciones justificadas, según el abogado de apoyo (bastante homofóbico como para tomar el caso).

Después de unas larga semanas de ir y venir logró que un buen abogado tomara su caso.

El abogado Axel. Saint mentiría si dijera que sus piernas no temblaron al ver a tan guapo hombre con aura dominante, pero una linda persona una vez que le conocías a fondo.

Agosto.

-¿No te parece demasiado?

El pelinegro mira a su amigo un par de segundos y luego niega con la cabeza.

-¡Para nada, Plan! ¿No te das cuenta? ¡Este es quien soy!

Saint bufó y se vio por última vez al espejo.

Un hermoso vestido color negro con rosas oscuras unas balerinas que le conbinaba con el vestido y un broche en el cabello.

Compartió abrazos con la familia de Plan y le desearon mucha suerte.

Y ahí estaba Saint.

Sentado, esperando a su padre. Llevaba 30 minutos de retraso y los nervios de Saint estaban al tope.

Voces se escucharon fuera de la sala.

Mi hijo es todo un hombre, es una etapa de la edad.

Menciono el padre de Saint al oficial de la entrada.

Oh, Jimin pudo haber tomado una foto en el instante en que se puso de pie llamando la atención de su progenitor.

Una gran cara de asco.

El padre de Jimin le toma del brazo y lo sacude un poco.

- ¡Vamos, muchacho! Mírate, me estas avergonzando. No sé qué es todo esto de la denuncia. Pero esto no es un juego Saint Suppapong. Vamos a casa ahora mismo y te vas a quitar esa ropa de maricón.

Saint pone resistencia y niega con la cabeza, los nervios de punta.

-Lo hago porque te amo, Saint.

Si me amaras, padre, me aceptarías como
soy.

Debí educarte cuando aún podía.

El señor Suppapong mira a los guardias de la entrada y suspira mientras frota el puente de su nariz.

Vamos a casa, Saint. Hablemos tranquilos.

Saint le sigue fuera del lugar, no considera que exista algún daño si sale, a fin de cuentas tiene la esperanza de que su padre entienda su verdadero ser.

Una cuadra.

Una cuadra después de salir del lugar, lo primero que Saint siente es un puño estamparse en su cara.

Si hubiera hecho esto antes, no serias un marica.

Un puño se impacta contra el estómago de Saint, luego en su cara nuevamente, en sus costillas, una patada.

Pero nadie hace nada.

¿Por qué nadie hace nada? Solamente le miran con lastima. ¿Su padre le ama?

Tal vez es la manera en la que le demuestra amor.

Todo se vuelve oscuro mientras nadie hace nada.

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⏰ Última actualización: Sep 09, 2021 ⏰

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