"¿Quién puede hablar del amor y defenderlo?, levante la mano por favor.
¿Quién puede hablar del dolor?, pagar la fianza para que salga de mi corazón."
-Muchas gracias por su hospitalidad... Lamento los inconvenientes -me disculpé con los padres de Nail una vez más, inclinando un poco la cabeza por respeto.
-Ya déjalo, Anghelo. Vamos, que si no, llegaremos aún más tarde -se quejó Nail con tono impaciente mientras le daba un beso cariñoso en la mejilla a su madre-. Nos vemos más tarde -se despidió con una sonrisa y comenzó a alejarse.
-Adiós, hijo -respondió ella con dulzura.
Cuando pasé a su lado, la señora Kingahan me tomó del brazo con suavidad, me guiñó un ojo y murmuró para que sólo yo escuchara:
-Síguelo.
-Adiós, señor y señora Kingahan -me despedí también, justo cuando Nail me tomó de la muñeca y comenzó a arrastrarme con él.
Lo alcancé tras un par de pasos largos, acomodándome a su lado mientras su mano seguía sujetando la mía.
-Nail -lo llamé con voz suave. Él me miró de reojo y, al darse cuenta de que aún sostenía mi muñeca, la soltó de inmediato como si el contacto con mi piel le hubiese quemado.
-Lo siento -se disculpó rápidamente.
-No era eso, idiota -bufé. La verdad es que no me había molestado en absoluto. Siendo honesto, me gustaba que me tocara, pero... era más fácil fingir lo contrario.
-¿Entonces? -preguntó, girando su rostro hacia mí con curiosidad.
-Quiero que me ayudes a no regresar con Gali -le pedí con la mirada fija en el suelo mientras caminaba unos pasos detrás de él-. No quiero volver con ella, Nail... pero la amo demasiado. Y sé que si me pide perdón, voy a caer otra vez.
Se detuvo de golpe, lo que me obligó a levantar la vista. Se giró hacia mí con una sonrisa decidida, levantó el pulgar derecho en el aire y me dijo con voz firme:
-Claro.
Le sonreí, agradecido. Avancé un poco más hasta quedar a su lado. Él era apenas un poco más alto que yo, así que me puse de puntillas y lo abracé por los hombros con confianza.
-Eres el mejor, amigo -murmuré.
-Ya, sácate -protestó él mientras me empujaba con suavidad, riendo.
Reímos juntos y, entre bromas, empujones y comentarios sin sentido, seguimos nuestro camino hacia el instituto.
Llegamos después de unos minutos, todavía riendo. Al acercarnos al grupo, Nail me miró fugazmente... y luego siguió caminando, alejándose de todos. Fruncí el ceño, extrañado por su comportamiento.
-¡Nail! -lo llamó José, siguiéndolo con rapidez.
-Yo digo que es gay -comentó Kevin, observando a José apresurarse tras él.
-¿Quién? -preguntó Peter.
-José. Siempre anda detrás de Nail -dijo Kevin con tono burlón, llevando las manos a su nuca y soltando un largo suspiro-. Pequeña mierda ni se da cuenta de nada.

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Un Inesperado Mate (#1)
Novela JuvenilPortada hecha por mí. Yin-Yang: Más que simples mitos #1 * -E-esto no tiene sentido... -murmuró al verme. Ni siquiera sé por qué me emocioné. Como si mi amor de la infancia fuera a corresponderme de la noche a la mañana. -La Diosa Luna seguro se ha...