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—¿Qué me darías si te consiguiera el número de la chica canadiense?

Ucrania miró a su hermano in creerle la buena oferta.

—¿Qué quieres, Rusia?

—Respeto.

Y un largo silencio.

—Olvídalo. Se lo pediré yo mismo.

Rusia rio divertido.

—Ni siquiera puedes respirar cuando la ves.

—¡Me las voy a arreglar!

Y aunque era cierto que ni respirar podía, jamás iba a dejar que Rusia lo chantajeara. 

Perfumes [Ucrania x Canadá]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora