II

310 36 4
                                    

CAPITULO DOS.

CAPITULO DOS

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cap. II: Recuerdos.

Cuando llegó a Dumstamg lo primero que hizo fue irse a su habitación, no tenía apetito alguno aún que no comiera nada desde la mañana y sabía que iba a tener una reprendidá de su mejor amigo y director, pero no podía, después de la discusión no su hermano menor y los mortifagos y aquellos cabellos platinada que sobresalían de la máscara que la salvó, no podía.

Suspiró mientras cepilla su cabello con delicadeza, pensado como seria su vida si fuera peliroja pero solo imaginarse tener el cabello rojo hacia una mueca, ya se acostumbro a su lindo cabello rubio blanco como la nieve. Su frágil corazón se estruja al recordar los golpes, lágrimas, gritos he humillaciones por parte de su madre, de como la alejaba de sus hermanos quedando solo lo suficientemente grande Charlie para estar con ella sin que su mamá lo mandara.

Recuerdos venían a su cabeza, aquellos buenos tiempos los pocos que tenía con sus hermanos, cuando jugaba con Charlie que rescatabán dragones y los cuidaban, cuando peinaba a Ginny las pocas veces que Molly no estaba, cuándo Bill peinaba su cabello y colocaba coronas de flores, cuando aconsejaba a los gemelos y ellos la abrazaban, cuando pasaba horas de silencio con Percy leyendo libros en constante silencio. Quisiera recordar cosas lindas con sus padres pero ninguna y Ronald, con el nada que no fuera desprecio.

Dejó el peine en el taburete y se sentó en la orilla de la ventana viendo el penumbra bosque que rodeaba su hogar.

Sumida en sus pensamientos se acostó en la cama para quedarse dormida con sus recuerdos.

Abrió sus ojos captando el bosque donde estaba, se levantó con cuidado y comenzó a caminar por aquel bosque oscuro y tenebroso y a la vez curioso y llamativo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Abrió sus ojos captando el bosque donde estaba, se levantó con cuidado y comenzó a caminar por aquel bosque oscuro y tenebroso y a la vez curioso y llamativo.

Sus pies descalzos chocaban contra el suelo frío del bosque mientras la neblina se abría a su paso. Una silueta se posó frente a ella, mientras cambiaba observó la silueta más alta que ella.

Era un hombre alto, de ojos azules tan oscuros como el mar reflejado en la noche, su piel tal cual porcelana, sus cabellos castaños que caían sobre sí y esos ojos calculadores, fríos, astutos y curiosos.

~•Sweet innocent•~ Editando Donde viven las historias. Descúbrelo ahora