Bad boys love good boys. || Muke.

❀No me gusta el silencio❀

Nos quedamos en silencio, por milésima vez me quedaba con la boca abierta ante Michael. Quizás tuviese el súper poder de dejar sin palabras a la gente, miraba fijamente mis zapatillas mientras él se perdía en la negra y opaca pantalla de la televisión, le observé de reojo, como sus heridas rojizas habían cesado de sangrar.

-No me gusta el silencio. - resopla alborotando su pelo con una de sus manos.

-A mi tampoco. - coincidí.

-Siento haber sido tan idiota contigo, - susurra. - pero es que...

Me giré para verle cara a cara, jugaba con sus dedos y movía inquietamente su pierna.

-¿Es que qué?

-Es una historia larga...

-Hay tiempo de sobra. - me crucé de brazos.

Lanzó un suspiro.

-Luke... Yo desde siempre... - hizo un parón muy largo.

-Venga, Mike.

-¿Ya me has puesto un mote? - preguntó, sonriendo de lado.

-No es el tema, ahora sigue.

-Luke, no soy una persona "buena" - hizo comillas en el aire. - y tu eres simplemente el chico perfecto.

-¿Estás diciendo que sientes envidia de mi?

-Bueno... - se rascó la cabeza.

-Michael, mi vida es normal... - murmuré.

-Comparada con la mía creo que lo tuyo es un jardín de rosas. - ríe sin gracia. - Salgo por las noches, bebo hasta desfallecer y no recordar nada al día siguiente, malas notas, adicto a... - tragó saliva.

-¿Adicto a qué? - alcé una ceja.

-Mejor dejamos este tema. - desvió la mirada.

-Bien... ¿Comida favorita?

Me miró sorprendido como si el cambio repentino de conversación fuese lo más anormal de este mundo. Aun que quisiese saber más de él, pero era un tema delicado para él, por primera vez desde que nos cruzamos, seré amable.

-Pizza.

-¡La mía también! - grito. - ¿Te gusta Green day?

-¿Estás de broma? - rió. - Creo que es bastante obvio.

-¿Tocas algún instrumento?

-Guitarra, ¿tú?

-Más o menos... - me rasqué la nuca.

De repente se me ocurrió una pequeña idea, aunque no sabía del todo si a Michael le parecería bien, pero entonces mi boca habló antes de pensarlo más tiempo:

-¿Quieres ser mi profesor particular?

-Luke...

-Por fis - puse carita de niño pequeño.

Lanzó un suspiro.

-De acuerdo.

-¡Bien! - grité como un niño pequeño.

La puerta se abrió junto con las risas de Melanie y Lilly recién llegadas con cajas de pizza en sus manos y una pequeña bolsa blanca encima de la caja que sostenía Mel.

-¡A comer se ha dicho! - gritó, Lilly dejando la caja sobre la mesa del salón y abriéndola.

El olor de la pizza inundó la habitación, Mel sonrió e imitó la acción de Lilly.