Dinámica

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Narradora 

Esta vez, no nos enfocaremos en Amaya y Luis. Ellos tuvieron mucho tiempo en pantalla; ahora, nos enfocaremos en estos 2 buenos hermanos. 

Ambos de cabellera algo larga para su género, una cabellera marrón y oscura. Ambos cuentan con su propio par de lentes: ella lo tenía para la lectura, mientras que él los necesitaba para ver mejor. Ambos eran algo opuestos, al igual que sus padres, pero se querían. 

¿Saben de quienes hablo, verdad? ¿No? 

Bueno, quizás pueda ser un poco más directa. 

¿Sus nombres? Mary y Rodric. 

Y, hoy nos enfocaremos en el amor por la lectura que compartían. 

Ambos sabían disfrutar de un buen libro, eso sus padres lo sabían. Aunque también a veces requerían un diccionario para comprenderlos, pero aún así, lo disfrutaban. Los dos hermanos compartian un diccionario, por dos razones: primera, ambos padres pensaban que debían aprender a compartir, cosa que ya sabían, pues se intercambiaban libros que creían interesantes del otro; en segundo, ambos tenían una amplia colección de libros que sus padres habían financiado, por lo tanto, no les quedaba mucho dinero. Había veces en que obligaban a sus hijos a entregar libros antiguos para recuperar aunque sea una parte del dinero. Ambos odiaban eso. Sin embargo, también les daba la oportunidad de despedirse de aquellos libros que a ninguno de los dos les había gustado ni querían conservar. 

Como no tenían acceso al internet, por razones que sus padres no quisieron relevar, o siquiera sabían de su existencia; se basaban en las biografías de los autores para pedir nuevos libros. Al no tener más libros que pedir, su padre realizaba cierta dinámica. 

Su padre Víctor compraría dos libros al azar, los colocaría detrás de su espalda, sosteniendo ambos con cada mano, y les haría elegir al azar. Sin ninguna pista, vista a la portada o resumen del libro; era puro azar y suerte. Y siempre se turnaban para ver quién elegía primero. 

Era una dinámica interesante, y algo peculiar, de elegir libros. Había veces en la que su padre compraba los libros pensando en sus dos hijos, pero terminaba haciendo la misma dinámica. Si el libro terminaba en las manos del que debería ser su destinatario era pura suerte también. 

A veces tenían suerte, y a veces no. 

Aunque no importaba. Igualmente terminarían intercambiandolos. No obstante, hay una regla que sus padres les impusieron. Fue la primera vez que intercambiaron de libros, a Mary no le gustó la primera impresión que le dio el libro, así que le pidió a Rodric que intercambien. Sus padres los detuvieron en pleno acto. Se sentían como si los hubieran atrapado haciendo una travesura. Y les impusieron la regla de "Si querían intercambiar de libros, tendrán que terminar de leer el que les había tocado". 

No les gustó, pero no prestaron. 

En fin. Este era uno de esos casos. Su padre les habia comprado dos nuevos libros, y esta vez era el turno de Rodric para escoger. Veía como su padre lo miraba con una mirada algo... ¿Sospechosa? De seguro había comprado los libros pensando en cada uno nuevamente. El pobre Rodric temía elegir el incorrecto y verse obligado a leer un libro que ni siquiera sabía si le iba a gustar. Estaba bajo mucho presión auto-impuesta. 

No había posibilidad de saber la opción correcta. La probabilidad de acertar era del 50%, lo cual deja un 50% de probabilidad de fallar. Simplemente, esperaba que ambos fueran buenos libros. 

Con los nervios al máximo, al igual que el temor, eligió el libro de la mano derecha. 

Víctor se quedó atónito unos segundos, eso sólo lo puso más nervioso, suspiró y le extendió el libro. 

El libro que le tendió su padre tenía una portada... Rara. Tenía un fondo de color rosa con la silueta de una chica y un chico demasiado cerca, sabía que eran de géneros distintos por el largo del cabello de una de las siluetas; pero, ¿Quién era él para discriminar? Él era hombre, y tenía el pelo largo. "Solo palabras" era el título. No lo hizo de manera intencional, pero le dedicó una mirada con algo de disgusto, todos sabían sus pensamientos: "¿Es en serio?" 

Levantó la mirada para ver el preciso momento en que su padre le entrega el otro libro a su hermana. Pudo ver la portada del otro libro a un hombre con traje elegante que estaba en una postura de ataque; asumió rápidamente que se trababa de una muy genial novela de espías. Le empezo a tener envidia a su hermana. 

Se acercó a su padre algo nervioso, le tendió de vuelta el libro, y susurró algo sobre "no gustarle". ¿La reacción de su padre? Se hecho a reír. Una sonara y algo burlona carcajada resonó en la casa. En consecuencia, un notorio sonrojo se asentó en las mejillas del joven. Rodric susurro algo más, que fue opacado por la risa de su padre, para prácticamente correr a la seguridad de su habitación. 

Tras cerrar la puerta, suspiró aliviado. Miró al dichoso libro, al hacer su huida, instintivamente había abrazado al objeto. Lo levantó hasta la altura de sus ojos, y lo estudió con detenimiento. Nada que resaltar. Pero sentía que juzgaba de más un simple objeto, así que leyó la descripción de la lectura. Igualmente, nada que resaltar. A excepción de una palabra que le llamó bastante la atención... "Amor" 

¿Qué era eso exactamente? 

Había escuchado la palabra en alguna que otra conversación de los adultos, cuando estaba de metiche en estas; o en algunas películas de Disney que Flex le ponía a su hija y a Milly. Se sentía culpable ahora por hacerlo. Pero, ¡era inevitable! Los adultos a veces alzaban la voz demasiado, los podrías escuchar incluso desde fuera. 

En fin. Él no conocía una definición precisa de esa palabra, y tenía un poco de vergüenza en preguntar, pues implicaría comentar de dónde sacó la palabra. Claro, podría usar el libro como excusa. ¡Pero la vergüenza no desaparecia! 

Simplemente, buscaría la palabra en el diccionario más tarde. Se acercó a su estante repleto de libros. Divago un poco, buscando la categoría perfecta para este inusual libro. 

Terminó por dejarlo al lado de la sección de fantasía, ya que había un lugar vacío en este, dejandolo completamente a la vista. Pará después tomar otro libro, y empezar a releerlo. 

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Primero, el nombre del libro es completamente de mi imaginación, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia xd. 

Segundo, sé lo que piensan. "¿Cómo qué Rodric no sabe lo que es el amor?" Bueno... Sus padres no se demuestran mucho amor que digamos, apenas se guardan respeto! Ustedes saben como son los Compas. No creo que sus hijos hayan cambiado su forma de ser, y la única razón por la que siquiera viven juntos (me refiero en parejas de ships) es por los niños. 

Cómo sea... Me despido. 

Bye! ✌️

Las aventuras de los hijos de los Compas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora