Un día normal

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Narradora 

El sol se asomaba por el infinito horizonte de su mundo de Minecraft, y pronto empezaría un nuevo día. Una 'pareja' de padres dormían plácidamente en su cama compartida, aunque parecía que querían alejarse lo más posible del otro. 

Del lado izquierdo, el más cercano a la ventana, se encontraba Musi; mientras que en el derecho, se encontraba Sparta. Ambos vestían una camisa con manga corta de color blanco; el primero tenía unos shorts azul oscuro; mientras que el segundo unos de color negro, y abrazaba un peluche de cactus sonriente. 

El de cabellera marrón oscura disfrutaba de un sueño en el que su amado finalmente correspondía sus sentimientos, se sentía en el cielo. Cuando de repente, alguien lo sacudió, obligándolo a despertar de su ensoñación. Miró un poco malhumorado a quién lo había despertado, y no fue hasta que frotó sus ojos que reconoció a la figura frente a él. 

Musi: ¿Xiomara? *seguía medio-dormido, y no estaba ni seguro si se trataba de su hija o no* ¿qué pasa? 

Xiomara: papá, tenemos hambre... *su mirada algo nerviosa estaba fija en el mayor* 

Musi: déjame dormir un poco más, cariño *mantuvo sus ojos cerrados, mientras se acomodaba boca-arriba*

Xiomara: pero papá, ¡Sam está intentando cocinar de nuevo! *alzó ligeramente la voz, su mirada vasilaba entre el nerviosismo y el miedo. Su padre pareció alarmarse por un segundo, después gruñó por lo bajo algo fastidiado*

Musi: ¿No quieres darle una oportunidad a tu hermano? 

Xiomara: papá, la última vez quemó la carne que estaba cocinando, ¡Llenó la casa de humo! 

Musi: ¿Qué quiere hacer ahora? *miró con frustración el techo*

Xiomara: quiere intentar tu receta de panqueques... ¡Le saldrán horribles! ¡Te lo digo encerio, papá! 

Musi: ahora voy... *suspiró cansado, levantándose de su cómoda cama*

La pequeña salió corriendo, parecía feliz. Ya fuera, empezó a gritarle a su hermano mayor, intentando discutir en silencio. El mayor volteó la mirada, pensaba levantar a su acompañante. Parecía ajeno a todo, teniendo un hermoso sueño, donde posiblemente no este presente él. Abrazaba su peluche de cactus sonriente con relativa fuerza, vaya que lo apreciaba. 

Ahora sentía envidia de un peluche. 

Finalmente decidió pararse de la cama; tomó su típica chamarra a rayas que reposaba en una silla a los pies de la cama, y se la puso rápidamente mientras salía de la habitación. No estaba de humor para intentar despertar a Sparta, entre sueños tendía a actuar como un niño malcriado; ya tenía dos que discutían en la cocina, no necesitaba más. 

Logró apaciguar la ira de sus hijos, parecía que había llegado a tiempo. Les preparaba el desayuno y conversaba alegremente con ambos, más con la menor que con el mayor, pero ya estaba acostumbrado a eso. 

Comenzaba bien un día completamente normal. 

Les entregó a ambos su platillo favorito de desayuno, la receta de panqueques de su papá. Aún no sabían cómo hacía para que supieran tan bien, pero no le daban muchas vueltas. Salió un momento de la cocina, quería cepillar sus dientes antes de desayunar, quizá arreglar su desastrosa cabellera. De camino al baño, puedo notar el semblante de su enamorado, basilando entre estar despierto y dormido. 

Musi: ¡Buenos días, Sparta! *lo saludó fugazmente, evadiendolo para llegar al baño*

Sparta: ¿ya está el desayuno? *susurró*

Musi: Sí, lávate los dientes, ahorita prepararé más panqueques... 

Sparta: ¡yo puedo preparar mis propios panqueques! *se dio la vuelta, encarando al mayor y cruzando sus brazos* 

Musi: ¡No, no puedes! *dijo entrando en el baño*

Sparta: ¡Claro que puedo! ¡Vas a ver que mis panqueques serán los mejores que habrás comido! 

Acto seguido, se encaminó hacia la cocina. Musi no lo detuvo, supuso que se retractaria apenas la pereza le atacara de nuevo, así que no le dio vueltas al asunto. Lavaba sus dientes tranquilamente. 

Pasos rápidos. Desde la puerta principal hasta la última habitación del recinto. 

Mikellino: ¡¡PAPÁ, LA CASA DE SAM SE INCENDIA!! *estampó la puerta contra la pared, gritando y levantando del susto a su progenitor*

Trolli: ¡¿QUÉ?! *apartó las sábanas bruscamente, corriendo fuera de su hogar en histeria*

Afuera de la casa en llamas, la familia propietaria se encontraba a salvo viendo su hogar arder. El mayor de la familia trataba de apaciguar a los menores de edad, mientras trataba de evitar la mirada de su 'compañero'. 

Sparta: ... Creo que había algo mal con esa cocina... 

Eso colmó el vaso. Musi dejó de calmar a la menor de la familia, para voltear su mirada al que acababa de hablar. 

Musi: ¡¿QUÉ ES CULPA DE LA COCINA?! *reclamó en su cara* ¡TE DIJE QUE ES UNA M... ! *suspiró cansado* era una cocina a gas... ¡Si dejas corriendo el gas, obviamente cualquier chispa provoca esto! *señaló la casa en llamas*

Sparta: ¡esa cosa es peligrosa! ¡¿Por qué tenemos eso?! 

Musi: ¡¿PELIGROSA?! ¡Yo eh cocinado toda mi vida con ese tipo de cocina, y sigo vivo! 

Sparta: ¡pues cuando yo era niño teníamos las cocinas esas que prenden lucesitas y calentaban! 

Musi: ¡Esas son las eléctricas! *suspiró cansado, señalando al menor* tienes prohibido acercarte a la cocina de nuevo

Sparta: luego te quejas que soy un vago... *dijo en voz baja, cruzandose de brazos, no le importaba sí su contrario le escuchara*

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No se preocupen, reconstruyeron su casa y nadie salió herido :D. 

Ahora si, hola :D. 

Sé que no subido nada últimamente, y la única excusa que tengo es la flojera :v. 

Lo siento :(. 

Dibujo rápido de disculpa: 

Trataré de subir más seguido, espero que la flojera no me ataque :(

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Trataré de subir más seguido, espero que la flojera no me ataque :(. 

Eso es todo. Bye! ✌️

Las aventuras de los hijos de los Compas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora