Su vida cambió por completo, nunca quiso ver eso, ni mucho menos que le ocurriera eso a su hermanito, a Giyu
Así que era el momento adecuado para poder iniciar su historia
Oc's?? (tal vez, no lo sé la verdad)
- yo... Kotetsu-kun... Yo siento que esa espada me llama es algo raro... Pero esta... - Tsutako se había acercado tambaleante ante la antigua nichirin que estaba en aquella curiosa máquina
- está oxidada!!! - la nichirin estaba en un punto que no creía posible una nichirin encontrarse, estaba tan oxidada que dudaba poder recuperarse
- yo me haré cargo - Tsutako giro nerviosamente al escuchar la voz de Haganezuka detrás de ella. Estaba acercándose con tanto musculo que le preocupo llegar a tener un paro al corazón
- Haganezuka-san... Usted está seguro?? - la Tomioka preguntó con cuidado mirando al hombre que trataba de quitarle la antigua nichirin. El hombre simplemente asintió en silencio
- si. Te perdonaré todo lo que hiciste si me dejas la nichirin a mi - ordenó el hombre, ella titubeó durante unos segundos hasta finalmente asentir soltando la nichirin y el hombre prácticamente chillo de felicidad
- por favor perdonalo - otro hombre había llegado y se había parado al lado izquierdo de Tsutako su tono tranquilo la hizo sonreír levemente
- es un gusto saber que estas bien, Kanamori-san - comentó la Tomioka con suavidad. El herrero simplemente coloco su mano sobre su hombro mientras que podía escuchar su tono alegre
- puede que Haganezuka parezca molesto, pero prácticamente tu eres la única espadachin que usas sus armas y eso lo hace muy feliz - comentó el hombre y Tsutako no pudo evitar sonreír ante aquella curiosa declaración
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- no crees que Haganezuka-san es increíble?? Sus nichirin son las mejores que haya podido usar sabes - comentó la Tomioka estaba al lado de otro cazador que estaba temblando
- y acaso eso me importa?? - Sanemi dijo su rostro aún un poco rojo cuando la veía, quizás no debió haber saltado desnuda al lado de un chico
- pero porque?? - pregunto la Tomioka con curiosidad mirando al Shinazugawa mientras ladeaba levemente su cabeza. Ella simplemente lo miraba con curiosidad
- tengo mi propio herrero!! No necesito que me lo digas, mucho menos tu. Te recuerdo que casi rompiste mi maldito brazo!! - exclamó el peliblanco mirando a la ojizaul. Que simplemente rio con suavidad para mirar al Shinazugawa con un ligero toque sarcástico
- Ara Ara, porque crees que lo hice~?? - y fue sacada a patadas por Sanemi, quizás estar tanto tiempo con Kanao no fuera bueno, aun que la Pilar de las Flores era alguien muy buena y gentil
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- entonces por eso Shinazugawa-kun te evita - comentó suavemente la Pilar de Veneno tomando suavemente su té mientras que tenía a una avergonzada Tsutako delante
- en ese caso no te debes Tsutako, tarde o temprano él lo olvidara, quizás entonces Sanemi pueda ser tu amigo - comentó la Pilar con una sonrisa en la cara mirando a Giyu que estaba recostado entre las 2 mujeres
