CAPÍTULO 2

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QUIÉN TRATA SER MÁS DE LO QUE ES

La forma en la que Hoseok ríe trae recuerdos de cuando lo veía en la cafetería de la preparatoria. Hay algo en aquella risa que le recuerda que Hoseok es un buen actor, ya que la forma que reía en el instituto siempre era diferente a la que mostraba en el comedor cuando su madre lo obligaba ir de visita a su casa.

La misma risa de instituto se hace presente cuando va de salida, aquella que le recuerda que Hoseok, a diferencia de él, no lleva la vida más honesta de todas. Se pregunta si sus labios conocerán pronto a los del chico con el que ríe. Besar a casi todos era otra costumbre de él en preparatoria después de todo.

—Jimin suele enamorarse rápido...

—¿Qué? —Jungkook apenas y cree escuchar bien lo que dice Taehyung.

—Jimin-ah, ya sabes el de artes escénicas. Ha pasado la semana entera pegado a Hoseok.

—¿Jimin es de esos?

—¿Esos? — pregunta Taehung de forma acusadora.

No queda más que voltear la mirada para hacer como que lo recién dicho no fue un pensamiento de él mismo en un principio. Taehyung suspira pesado, ni siquiera tratando de corregirlo o llamarle la atención.

—¿Nos vamos? Quiero ir por algo de comer antes de tomar el camión.

—¿Sabes a quien vi hoy en la entrada? —es lo primero que le dice a su madre después de saludarla

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—¿Sabes a quien vi hoy en la entrada? —es lo primero que le dice a su madre después de saludarla. Ella camina de vuelta a la sala donde estaba leyendo un libro de meditación sin dar respuesta, en espera a que su hijo continué. —A Hoseok, hace mucho que no sabía algo de él.

Dice colocando la mochila en el perchero de la entrada. Ve como ella levanta la vista de su libro con un interés instantáneo, mientras lo deja con cuidado en la mesa comenta: —No sabía que iban a la misma facultad, ¿se irá a graduar ya?

—Ese es la cosa, creo que apenas entro. Taehyung, el que iba conmigo a clases de dibujo, está en su salón ¿Puedes creerlo? Tener veintidós y estar con puros de dieciocho. —dice yendo hacia la cocina, desde ahí escucha a su mamá.

—No me sorprende. Lo último que supe es que solo duro un año en negocios.—hubo un silencio— Le guste o no se tendrá que quedar ahí, ya está muy grande para seguir estudiando. Pobre criatura.

Jungkook no puede evitar sonreír al escuchar eso. Hay algo en el tono condescendiente de su madre que le da a entender que está feliz que otros no sean su hijo, sino él.

—Si, pero ya que, nadie le dijo que perdiera el tiempo en vez de buscar una carrera desde el inicio. —dice saliendo en dirección a las escaleras, con una botella de agua en mano.

llorar por amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora