🔆 I: Giyuutan 🔆

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Giyu x Tanjiro
Au. Moderno
Omegaverse

Hola papá

El fuerte olor amargo llenaba por completo sus fosas nasales, a tal punto que juraría que se desmayaría. El color blanco de las paredes y pisos contrastaban con algunas puertas grisáceas que lograba apreciar. Sin duda al Alfa Tomioka Giyu, no le terminaban de gustar los hospitales. No existe un recuerdo en su memoria donde la visita al hospital haya sido positiva.

Se encontraba en la sala de espera en una de las típicas sillas en hilera de un color verde oscuro, las pocas personas que estaban se encontraban dormidas en sus asientos o muertas de la angustia; a tal punto que podía escuchar algunos sollozos.

Se removía incomodo en su asiento, ya había olvidado cuanto tiempo había pasado desde que llego; sus piernas estaban entumecidas, su espalda le dolía y su trasero lo estaba matando. Soltó un quejido y se levanto, estiro un poco las piernas caminando de un lado a otro; al parecer la ansiedad que lograba percibir en los olores ajenos ya le estaba afectando. Vio por el rabillo del ojo de manera casual la zona al aire libre para fumadores, solo habían dos personas pero al verlas como disfrutaban de ese pequeño humo entrar y salir de sus pulmones, lo tentaba demasiado.

Si no hubiera sido por su pareja Tanjiro Kamado, su hermoso Omega. Sin duda hubiera seguido con esa adicción. Ya se negó a ese vicio y se abstiene en irse a pesar de estar super incomodo. Soltó un suspiro, liberándose de su frustración, miro la hora con su mirada lapislázuli super cansada; solo existía una única razón por la que aguantaba el ambiente de ese lugar.

Su futura hija.

Si, como se aprecia. Tomioka Giyu, el Alfa mas reservado, frio y distante posible. Se enamoro del dulce Omega de noble corazón, Tanjiro Kamado. Y ahora mismo ambos esperaban a su primer hijo.

Logro apreciar a la enfermera que ayudo a su pareja a ingresar a la zona donde probablemente este dando a luz, se acerco a ella rápidamente.

—Disculpe señorita —la llamo, con algo de angustia en su voz—. Mi pareja, ya tiene mucho tiempo que ingreso y no...

—Lo lamento señor —lo interrumpió apenada—, por el momento le pido que espere, aun esta siendo atendido.

Y así se fue, dejando a Giyu con la palabra en la boca; resignado, regreso a su asiento, volviendo a sentir casi al instante la sensación de incomodidad. Su mirada termino en el suelo y su mente divagaba constantemente.

Entre varios recuerdos llego al momento donde conoció por primera vez a Tanjiro, siendo este un día caluroso de verano, él acababa de salir de una reunion exhaustiva de trabajo, así que hizo una parada rápida para refrescarse un poco y desestresarse. Llego a un puesto de comida rápida, miro con atención el tablero indeciso de su pedido. Tenia mas sed que hambre pero aun así trataba de buscar algo mas para no solo comprar una tonta bebida.

—¿Ya decidió lo que va a ordenar? —una voz llamo su atención, casi al instante un dulce aroma llego a su nariz.

Era un Omega pelirrojo con dulce mirada.

Se puso nervioso al instante y empezó a tartamudear incoherencias que ni el mismo lograba entender, hasta que pudo aclarar sus ideas.

—Solo... Quisiera llevar una bebida, "explosión de mango" y... Un emparedado. —pidió avergonzado.

—Buena elección señor —soltó una risita el amable Omega—, ¿Desearía algo mas?

—N-no...

El chico pelirrojo asintió y preparo la orden en la computadora bastante rápido, solo fueron unos minutos para que el pedido estuviera listo; Tomioka lo miraba bastante atento, perdiéndose en ese dulce aroma y contemplando cada movimiento que hacia. El pedido solo estaba a unos cuantos centímetros del azabache.

⚜One-Shot's⚜... KNYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora