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El amanecer en Tortillaland se sentía distinto en ese día específico, tal vez se debía a la paz que traía comenzar una mañana, el fuerte olor a café en la habitación o simplemente gracias a los suaves rayos del sol que entraban por la ventana.

Lo que focus sabía era que esa era una mañana distinta, se sentía en la piel cuán profundamente habían cambiado las cosas de un día para otro. Soltando una risa se pasó la mano por la cara volteando a ver a su lado, encontrando una maraña de pelo café vertido de manera desordenada en la almohada a su lado.

Muchos creían que gracias a su actitud retraída focus era una persona tímida e inocente que no tenía la menor idea de lo que pasaba a su alrededor, pero no podían estar más lejos de la verdad, bueno, sí, era un poco introvertido, pero tenía una manera distinta de comportarse, un poco más madura si se lo preguntaban, y por el echo de no tener una actitud más infantil y relajada se habían echo a las ideas de que él pasaba por alto las jugarretas que le hacían, y pues, no era así en realidad.

Pongamos a Fargan por ejemplo, desde el día uno se había empeñado en la tarea de joderle la vida, y no era que se estuviera quejando, más bien, en lo secreto se sentía feliz de que el infame búho que había llegado del otro famoso pueblo hubiera puesto su atención en él; conocía su reputación, sabía lo juguetón que podía ser así como lo travieso se podía poner con una mina en la mano, así que, ¿porqué no seguirle la corriente? Era interesante y sabía lo que hacía, a diferencia de él que apenas empezaba.

De esa manera decidió no pararle, hasta el día que el búho comenzó a coquetearle.

Al principio lo asumió a su actitud coqueta con todos y a su extraña manera de socializar, y creyó que con el tiempo su interés se apagaria, excepto que no lo hizo, en cambio ahora cada vez que estaban solos o incluso con compañía, Fargan continuaba con su juego.

“¿Hasta cuando lo vas a tener así?” pregunta Nia a su lado señalando con la cabeza a Fargan que desde lejos le lanzó un guiño

“Hasta que se canse tal vez” sonríe “O hasta que me aburra de esperar que haga algo al respecto” responde sacándole un bufido a su compañera

Focus había decido fingir ignorancia para su propio entretenimiento, conocía el pasatiempo del búho, sólo quería ver hasta donde era capaz de llegar. Pero al final no le tocó de otra más que actuar por su cuenta si quería que los coqueteos pararan de una vez.

“¿Sabes focus? Estaba pensado en mudarme a la isla de Auron” le comenta Fargan, habían estado minando toda la mañana y ahora estaban a las afueras de la casa de este pescando.

“Quieres decir la mía y de él ¿no?” le corrige suave

“Si sí, esa” sonríe “Es que es muy bonita chaval, y los árboles y las flores” suspira emocionado

Focus pensando sólo frunció los labios “Yo ya no me voy a mudar” suelta viendo como el búho mira en su dirección

“¿Y lo de tu isla y de Auron?” pregunta

“Sigue siendo mía, eso no te lo voy a negar, pero, ya no me mudo” responde volviendo la vista al agua

“¿Porqué?” pregunta confundido

“Aquí tengo todo lo que necesito” responde girandose a mirarlo “Además si me voy tan lejos no te voy poder ver mucho ¿no? Eso sería una verdadera lástima” sonríe coqueto viendo con diversión como un lento rubor se asoma por el rostro y las puntas de las orejas del búho

“¿Co- Co - Como?” tartamudea el castaño

“Sí” dice sin interés volviendo a tirar la caña “Eres una de las compañías más agradables que tengo, además de que eres bastante atractivo a la vista, creo que si me voy a la isla de Auron lo único que voy a ver son árboles y la fea cara de Raúl todos los días” sonríe coqueto “Para eso prefiero quedarme aquí viendo a mi búho favorito ¿no lo crees?” voltea a mirarlo

Fargan, rojo como sus pantalones lo unico que puede hacer es asentír, focus viendo que había roto a su amigo suelta una risa y poniéndose de pie saca la caña del agua y dándose la vuelta vuelve a su casa.

La próxima vez que lo ve no ha pasado siquiera un día, esa misma noche cuando está listo para acostarse tocan su puerta y cuando la abre es su búho favorito el que le espera en la entrada.

“Fargan” suelta con sorpresa genuina “¿estas bien? ¿Ocupabas algo” cuestiona viendo como el contrario se mueve de un pie para otro

“No, en realidad no” suelta y antes de que focus se pregunte a qué pregunta respondió vuelve a hablar “No es mi imaginación ¿verdad? Esta tarde si sucedió” pregunta viéndose entre ansioso y esperanzado

“¿Cuál parte? ¿La mina, la pesca o el momento en el que te devolví el coqueteo?” pregunta viendo cómo un brillo nada esperanzador se adueña de los ojos del búho

“Eso imaginé” dice y antes de que focus responda este se acerca y colocando sus manos al rededor de su rostro lo jala hacia un beso que para su opinión había tardado en llegar.

Lo que pasó esa noche se podía resumir en una mañana en la que un focus sonriente lo único que podía pensar era cuán diferente se sentía ese día en particular.

Viendo a la mata de pelo café removerse dejó los pensamientos de lado viendo como el búho se adecuaba al ambiente.

“¿Estás bien” pregunta viendo al contrario parpadear con una sonrisa tonta en la cara

“Bien” sonríe suave “Aunque algo adolorido pero es por falta de costumbre” se burla suave viendo al cuervo sonrojarse “Usted mi amigo no es nada inocente de lo que se hace ver” comenta de nuevo viendo cómo el sonrojo empeora

“Nunca dije que lo era, ustedes simplemente lo asumieron así” se defiende el pelinegro viendo como el otro suelta una risa

“Dioses, todos estábamos tan equivocados” dice resignado

“No todos” dice el cuervo llamando la atención del contrario “Nia lo sabía, estoy seguro que Tanizen también y Ibai también” responde viendo la sorpresa en los ojos del otro

“Pero, ninguno lo dijo” dice en defensa

“Les dije que no dijeran nada, después de todo tengo una reputación que mantener” responde con burla viendo a Fargan reír.

“No, ya no tienes reputación, no desde que me vieron entrar aquí en la noche y no salir temprano”

“No importa” responde alcanzando su mano moviendo el pulgar por la piel de otro “Después de los sonidos de anoche creo que mi reputación subió” dice sonriendo coqueto mirando como el sonrojo ahora se adueña del búho.

Puede que le importe un poco su reputación, pero no al igual que antes; ahora con el olor a café llenando la habitación y los rayos del sol cayendo sobre los mechones castaños de Fargan, Focus encuentra que si reputación arruinada es pago suficiente para tener esto todos los días realmente ya no le importa perderla incluso por completo.

Ritual de Apareamiento / (Focus/Fargan) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora