¿Cuál seria el resultado al combinar?
💎 Un escritor de misterio y suspenso con una muñeca.
💎 Una maldición y escepticismo...
💎 Alguien que no cree en el amor, con alguien que huye de él...
💎 Una amistad irreal y celos enfermizos...
💎Un amor y...
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Una semana después
—Sasuke-kun... —me llamo Sakura, al dar la vuelta la vi tan hermosa, como siempre lo es.
Todo este tiempo que he pasado con ella ha sido unico e inigualable, me siento muy bien estando con aquella molestia rosada. No me importa que sea una mujer mayor que yo, pero quiero tenerla, deseo tocarla, aunque sé que no es posible.
—¿Dime que pasa Sakura? —le pregunte después de verla de abajo hacia arriba, concentrandome en su lindo rostro.
—Quiero que me toques —me dice con una gran sonrisa. No entiendo porque lo dice, si no pudemos hacerlo.
—Sakura, sabes muy bien que no puedo —le digo, pero sin llegar a ser rudo.
—Confía en mí y hazlo —me pidio con una voz angelical, además que me veía con esos bellos ojos que me fui imposible no hacerlo.
Tenía su mano extendida al frente de mí, yo hice lo mismo. Quería poder tocar su pequeña mano, pero sabía que traspasaría. Al hacerlo me lleva una gran sorpresa ver que no lo hizo, pude sentir su mano, sentir el calor emanar de su piel. Impactado la aprete con un poco de fuerza y gimió del dolor.
—¡¿Pero como es posible?! —pregunte en estado de shock y palpando su piel.
—No sé, pero se ha roto la maldición ¡se ha roto! —dice muy feliz y me abraza.
Sentir su cuerpo pegado al mío fue maravilloso, no entiendo porque, pero me gusta sentirla. La abracé con fuerza temiendo que se vaya, pero no lo hizo. Incluso sentí sus lágrimas mojar mi camisa.
«No sabes lo feliz que estoy Sasuke-kun, ¡De verdad lo estoy! Tanto tiempo que he deseado ser libre y ahora lo soy. Y que mejor que estando contigo, eso lo hace aun más especial —me dice al alejarse un poco y verme a los ojos.
—Pero no llores molestia, te vez fatal así. Mejor sonría, así te ves bella —le digo y limpio sus lágrimas, pero no se detienen.
—Estoy llorando de felicidad, idiota. No sabes las ganas que tenía de tocarte, siempre deseaba en hacerlo —pasa sus manos por mis brazos, torso y llega a mi rostro, el cual lo delinea con mucho cuidado.
Cierro los ojos ante sus caricias, pero al sentir que sus dedos pasa a mis labios, abro los ojos y la miró. Sus pupilas están dilatas, no ha despejado la vista de mis labios y eso hace que haga lo mismo.
—¿Sakura, qué haces? —preguntó, mi voz sale ronca y no sé por qué.
—Tocarte, he tenido el deseo de tocarte desde que me tuviste por primera vez en tus manos —me dice como si fuera la cosa mas normal del mundo. —¿Acaso te incómoda? —levanta su vista para verme a los ojos. En ellos puedo ver muchas cosas, pero no sé explicarlas.
—No... —contesto absorbido por ver sus ojos.
—¿Me dejas hacer otra cosa? —pregunta. Asiento con la cabeza sin procesar en su pregunta.
