Tu alma está ligada a la mía

1.- Persigue el frío

Serie -Tu alma está ligada a la mía- Parte 2

Steve Rogers/ Harry Potter.

Steve se despertó temblando con tanta fuerza que le dolían los dientes. No era la primera vez que maldecía el hecho de que no había muerto en ese accidente de avión porque, a pesar de que había sobrevivido, a veces, todo lo que Steve podía sentir era el profundo dolor del frío. Se filtró bajo su piel, lo dejó temblando incluso cuando subió el calor tanto que estaba sudando; todavía no podía evitar que los escalofríos le destrozaran el cuerpo.

Era peor cuando pasaba demasiado tiempo solo, a pesar de que a veces necesitaba la soledad para ordenar sus pensamientos. Sabía que todo el mundo pensaba que se había estado adaptando muy bien, sabía que por lo general podía mostrar una buena fachada y actuar como si se lo tomara todo con calma. Por lo general, podía, por lo general, no era solo un acto, pero a veces necesitaba tomarse un tiempo porque a veces las cosas eran demasiado extrañas. Incluso para él. Lo cual era irónico teniendo en cuenta que él era el extraño aquí, el único en un tiempo al que no pertenecía. El que no pudo morir.

Otro escalofrío de cuerpo entero sacudió su cuerpo y Steve se empujó fuera de la cama, tirándose de la ropa y agarrando su chaqueta. Era mediados de verano y sabía que realmente no lo necesitaba, pero aparentemente en el futuro era normal ser diferente y sabía que nadie lo miraría dos veces por su capa extra siempre y cuando no hiciera nada para dibujar. atención adicional a sí mismo.

A veces echaba de menos estar empapado de 90 libras. Entonces nadie lo había mirado dos veces. Hubo momentos en los que realmente podía usar eso.

Salió de su apartamento, deambulando hacia la noche y contento de que al menos no hubiera mucha gente a esa hora.

Si bien había muchas cosas que no extrañaba de los años 40, extrañaba el hecho de que la ciudad que siempre había visto como suya ni siquiera era un lugar que reconociera. Ninguno de los vecindarios se veía igual, ninguna de las tiendas aún existía. Nada sabía como tenía. Sabía que no era justo por su parte ser tan crítico; después de todo, había muchas cosas buenas sobre el futuro, como las vacunas, pero en ese momento lo único que podía sentir era amargura. Otro escalofrío lo recorrió y sintió como si sus huesos estuvieran tan frágiles que se romperían.

"¿Estás bien, amigo? Parece que una brisa fuerte podría derribarte ". las palabras sacaron a Steve de sus pensamientos y miró hacia arriba para ver a un hombre mirándolo con preocupación, y sin una pizca de reconocimiento .

"No sabes quién soy". y no sabía por qué lo soltó, pero estaba muy aliviado y también completamente desconcertado porque la mayoría de la gente lo miraba y veía un símbolo de fuerza, nunca su debilidad. Las palabras hicieron que el hombre arqueara una ceja con sorpresa, aunque sus brillantes ojos verdes se llenaron de diversión. Los dedos de Steve picaban por sus lápices. Se preguntó si alguna vez sería capaz de conseguir ese tono bien.

"¿Por qué no vienes?" ofreció, e incluso cuando Steve registró el acento se dio cuenta de que estaban frente a una tienda, una cafetería de hecho. "Estaba a punto de comenzar a hornear, y hago un chocolate caliente". Steve no pudo evitar estar inmensamente agradecido de que este hombre supiera que necesitaba calor a pesar de la humedad ya opresiva. Incluso cuando dio un paso adelante, aunque vaciló, ahora con cautela al mirar al hombre. Se veía lo suficientemente inofensivo, solo un poco por debajo de la altura promedio con cabello negro salvaje y esos ojos verdes brillantes. Era larguirucho pero parecía bastante sólido, con rasgos afilados y aristocráticos. Sin embargo, el hombre no lo estaba esperando, no lo estaba presionando para que se uniera. Ya había entrado, dejando la puerta entreabierta para que Steve supiera que era bienvenido. Considerando el hecho de que lo último que quería ahora era estar solo, Steve simplemente siguió su extraño presentimiento y entró. El hombre ya estaba detrás del mostrador, dando vida a una máquina, y apenas un minuto después estaba deslizando una taza sobre el mostrador hacia Steve, indicándole que se acercara a un taburete.