Cap 5: Conociendo a un .exe.

436 50 11
                                    

Me encontraba escapando de la policía nuevamente.
Si, otra vez. Luego de la última vez que me encontraron unos policías, hicieron dibujos de mí y ahora todos estaban muy atentos de cualquiera que tenga un parecido conmigo. Por eso mismo me tuve que ir de mí departamento, porque me reconocieron y llamaron a la policía.

Para mí mala suerte, un grupo de policías me encontraron hoy, mientras iba en busca de nuevas víctimas.

Y... Así es como me encuentro ahora, escapando de ese grupo de estúpidos policías. Siguen pensando que podrán atraparme, ¡Jajaja! ¡Ni con mil de los suyos podrán atraparme ni vivo ni muerto!

Corrí dando vueltas manzanas, pasando una y otra vez por un mismo lugar, intentando que los policías se mareen y me pierdan de vista.
Pero mi técnica no funcionó, porque aunque perdí uno que otro de vista, seguían demasiados tras de mí.

...

¡Mierda!
¡Están disparando hacia mí de nuevo!

La última vez se me había sido muy fácil esquivar las balas (y además, que esos policías que me encontraron tenían una pésima puntería); pero está vez, eran más policías y todos ellos parecían que sabían muy bien usar sus armas. (Y esto puedo saberlo, porque en un momento una bala casi me golpeaba la cabeza, si no me hubiera agachado a tiempo, seguro estaría sangrando en el suelo).

Acelere más mi corrida, logrando esquivar de algún modo las balas que se dirigían hacia mí.
Pero esta claro que es casi imposible esquivar balas que son disparadas por seis armas.
En un momento en el que me tropecé por unos segundos, un policía aprovecho y en un movimiento rápido, en el que se me fue imposible reaccionar a tiempo, disparó hacía mí. Al poco tiempo, sentí un balazo impactarce en mi brazo.

Solté un gritó de dolor; frenando, mientras me agarraba mi brazo adolorido.
Mierda, ahora se lo que de siente un puto disparo... Hubiera preferido no sentir eso.

Cómo frene, los policías no dudaron nada y corrieron más rápido hacia mi dirección, estando en muy pocos segundos frente a mi, rodeandome y apuntandome con armás, con total frialdad.

-¡¡Ya no tienes escapatorias Señor X!!-. Me grito un policía; exactamente el que me disparó.

Levanté mi mirada y lo mire enfurecido.
Si no me doliera tanto me lanzaría hacia él y lo mataría a puñetazos.

-¡¡Ahora, dinos quién eres!!-. Me dijo otro policía; acercando su dedo en el gatillo de su arma.

-¡Hijos de puta, se arrepentirán de esto!-. Grite enfadado; sintiendo como más sangre caía de mi brazo.

Los seis policías parecían que iban a dispararme a la vez. (Al parecer demás de atraparme, querían matarme...).

Miré mi alrededor, buscando un lugar por donde escapar. Pero era imposible. Me acorralaron en un rincón sin salida, y estaban muy juntos para que haya un espació para poder pasar.
No tenía escapatoria alguna. Nada ni nadie podría salvarme, (tampoco entendería quien podría salvarme, soy un criminal, nadie lo haría).

Estaban a punto de disparar nuevamente. Cuando de la nada, una extraña "bola de fuego" de color morado apareció, yendo hacía la dirección de los policías. Impactando en ellos, provocando que salieran disparando hacía atrás.

De un techo de uno de los edificios que se encontraban hay; bajo de un salto una extraña sombra negra, de tamaño alto y deforme figura que para nada parecía humana.
La luz de la luna, dejaba ver sus ojos de escleróticas negras y iris rojos como dos rubíes. También se podía apreciar como llevaba puesta una capa roja, que parecía desgastadas al final; y unas vendas en sus brazos.

El orígen del Señor XDonde viven las historias. Descúbrelo ahora