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Una nueva temporada estaba por comenzar, equipo femenino y masculino del Atlético de Madrid se encontraban en La Ciudad Deportiva de Majadahonda. Fotografiaban al equipo con su nuevo uniforme para la temporada.

Había algunos nuevos fichajes, tanto en el club masculino como en el femenino, Paula Díaz se encontraba en el segundo grupo, a pesar de ser española, por azares de la vida había crecido en Italia, y había desarrollado su carrera de dicho país, ahora a sus veintiún años regresaba a su país natal como parte del Atlético.

Paula miraba a cada uno de sus compañeros de club, a penas había llegado una tarde antes al país y no conocía a nadie, su vista se posó sobre un chico rubio y alto, que tenía una linda sonrisa.

-¿Él también está en el equipo?- preguntó Paula a su compañera, señalando con el mentón al chico que fotografiaban en ese instante.

Su compañera, Deyna, asintió.

-Él es Marcos Llorente -dijo acercándose a ella- No puedo creer que no sepas quien es.

Paula sonrió.

-Parece un buen chico... -dijo

-Bueno, no lo sé -dijo su compañera-. Pero es muy apuesto, ¿No crees?

Paula sólo rió.

-Y por ahora no le he visto novia... -añadió Deyna en un tono que hizo reír nuevamente a Paula- Pero, no te fíes de una cara bonita. Nosotras mejor que nadie sabemos como son los futbolistas, y no tener novia significa que pueden tener a la mujer que quieran por el lapso de una noche. En fin... Ven, vamos a entrenar -dijo su rubia compañera-. Mientras ellos sólo se toman fotos nosotras debemos comenzar con los entrenamientos, acompáñame.

Paula siguió a su compañera a otro campo en la cuidad deportiva, sin darse cuenta que esa pequeña conversación había sido escuchada por Koke, provocando risas en él.

Amor fingido: Marcos LlorenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora