Amor fingido: Marcos Llorente

03

Koke soltó una sonora carcajada después que Marcos terminara su relato.

Marcos se quedó serio ante la burla de su amigo.

-¿Qué te puedo decir? -dijo Koke-. Tienes razón está de locos. Tengo suerte de estar en una relación de verdad.

-Y no te he dicho lo peor...

-¿Qué es lo peor?

-Lo peor es que debe ser antes que inicie la temporada, y debo ser yo, quien encuentre a la chica -Marcos se pasó la mano por el cuello- ¿Alguna sugerencia?

Y en ese instante fue como si algo hiciera clic en la mente de Koke y se soltó a reír.

-¿Qué es tan gracioso? -dijo Marcos

-Amigo -Koke puso una mano en uno de los hombros de Marcos- déjame decirte que tengo a la candidata ideal.

-¿De verdad? -dijo Marcos dudoso

-Verás, precisamente ayer, escuché algo... El día de las fotografías, ¿Sabes quién es Paula Díaz?

Marcos entrecerró los ojos con duda.

-¿Paula? ¿La chica nueva que viene del Napoli?

Koke se rió y palmeó a Marcos.

-¿Así que la has visto?

Marcos se encogió de hombros.

-Es guapa -dijo él

-Tú le gustas a esa chica...

-¿De verdad? -dijo él dudándolo

-Sí, la escuché decir que le parecías guapísimo... Creo que está enamorada de ti.

Koke rió.

A Marcos no le pareció coherente, ya que en ningún momento la había visto mirándolo. Pero no perdía nada con intentarlo. El "no" ya lo tenía.

Al finalizar los entrenamientos en el Majadahonda, Marcos la comenzó a buscar. La había visto un par de veces en el día, pero siempre estaba con alguna de sus compañeras de equipo.

Caminaba despreocupado hacía la salida cuando la vió, estaba sentada en la gradería de uno de los campos tomando agua, sola.

Espero a que las chicas que estaban a los alrededores se alejaran.

Iba "empoderado", gracias al comentario de su amigo, pero aún así no quería que en caso de recibir un "no" como respuesta fuera visto por varias personas, así que esperó a que se despejara un poco el lugar.

No sabía como decirle acerca de su propuesta o la forma en le explicaría el tipo de trato que quería con ella.

Paula se encontraba ahora agachada amarrándose las cintas de sus zapatillas, Marcos no podía ver su rostro, sólo su cabello con una banda deportiva y amarrado en una coleta alta. Se acercó a ella sigilosamente y se arrodilló sobre una rodilla justo frente a ella, bien podría haber parecido la posición para pedir matrimonio, a no ser que, eran completos desconocidos.

Paula levantó la mirada al sentir la presencia de alguien, sorprendiéndose de ver al chico frente a ella.

Los ojos de Marcos estaban fijos en los suyos, sin duda era guapo, aún más de cerca, y él pensó lo mismo.

-¿Sí? -dijo ella al ver que el chico se había limitado a observarla durante esos segundos.

Marcos decidió decir las cosas sin rodeos.

-¿Quieres ser mi novia?