Roomies- Noah Schnapp y tú

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—Noah, dónde estas, se qué no debería pero me preocupa que no llegues, se que mi actitud no fue la mejor cuando lo único que querías era cuidarme o eso creo— hable tan rápido que no deje que hable, tal vez me arrepentiría por pedirle perdón cuando él tenía la culpa.

—Estoy en la cancha de fútbol, puedes venir, es lo único que pido— dijo y se escucho como dio un gran suspiro como si estaría llorando.

—No crees que es muy tarde, tal vez se dan cuenta que no estamos en la habita....—no dejó que termine de hablar.

—Por favor, no se qué pasó el día de la fiesta que te molesto tanto pero necesito que vengas— dijo con un tono un poco molesto y agresivo

—Esta bien, está bien, llegó en 10 minutos, quédate dónde estas— dije y colgué la llamada.

Tome un abrigo, unos zapatos y mi celular para después salir de la habitación tratando de no hacer ruido, de lo contrario se tomaría eso como una suspensión por caminar en medio de la noche.

Caminé por los pasillos, hasta llegar a la puerta principal, estaba cerrada, eso era más que obvio, caminé hacia la puerta trasera, rogando porque esté abierta, y si, salí y caminé hacia la cancha que estaba al otro lado de las habitaciones.

Llegue y vi como Noah estaba en la última fila de graderías abrazándose a si mismo, no sé si era por el frío y el estaba con una polera manga corta o porque estaba llorando porque eso es lo que yo escuché cuando le llamé.

Me acerqué y efectivamente el estaba llorando, en este poco tiempo que lo conocí, nunca lo vi tan vulnerable, se veía tan inocente y pensar que hablo tantas cosas malas de mi.

—Noah...— fue lo único que dije y él levantó la cabeza.

Solo me miró, sus ojos estaban rojos w hinchados, no pronunció ninguna palabra, solo bajo la mirada.

Por instinto me dieron ganas de abrazarlo, tal vez calmar el frío o hacer que se siente mejor era mi intensión, pero batallaba con la idea de que él me veía como algo insignificante.

Y finalmente lo abracé, respondió a la abrazo, con otro más fuerte y empezó a llorar, yo no sabía que hacer.

—¿Estas bien?— que pregunta tan estúpida hice.

—No— dijo y se separó del abrazo—. No estoy nada bien, me siento la peor persona del mundo— dijo entre sollozos muestras miran al frente de la cancha.

—No se que este pasando pero no deberías sentirte así, eres un chico espectacular, no tendrías porque decir eso de ti mismo— dije sin importar lo que dijo, era muy rencorosa, pero no podía echarle en cara su comportamiento,no era el momento, él estaba más que mal.

— Podría contarte lo que está pasando, necesito decírselo a alguien y que mejor que a ti, eres la única persona que vino hasta aquí sin tener una razón para hacerlo, simplemente podías negarte — dijo moviendo la cabeza para esta vez mirarme.

—Se lo que pasó en la fiesta, tal vez tú creas que estaba consiente y tal vez me odies por lo que dije, se que tú lo escuchaste y posiblemente nunca me perdonarás —dejo de hablar por unos segundos—. Si no quieres perdonarme lo entiendo, si quieres que me cambie de habitación también lo haré, pero antes escúchame.

—Noah, tal vez no es el momento para hablar de est...— no dejó que siga hablando.

—Si es el momento, ya no quiero más problemas de los que tengo— dijo y se acomodó para esta vez mirarme de frente.

—En primera lo que dije tiene un poco de verdad, pero para empezar tengo que decir que no estaba consciente del todo,y si, si quería impresionar a una chica que no vale la pena, tiene novio y prácticamente quería engañarlo conmigo, aunque yo no sea el chico perfecto jamás haría eso, en segunda— se quedó pensando—. Recuerdo todo lo que dije y cuando cerré la puerta de la habitación entré en razón y quería que hablemos para aclarar todo pero estabas "dormida"— dijo haciendo comillas con los dedos.

—No es necesario que me lo recuer...—dije tratando de cambiar de tema.

—Si es necesario, de hecho te busque todo el día para poder hablar de eso, tambien recuerdo que dije que hable de ti como si serías algo insignificante, solo quería protegerte—dijo y no deje que termine de hablar.

—Protegerme de qué...—dije y quedamos en silencio.

—Esos chicos tienen problemas con drogas, me hablaron para que te presente con ellos, se enteraron que compartimos habitación, ese día todos olvidaron cual era su objetivo y lo agradezco de lo contrario tu estaría hablando con ellos, después hice como si no fueras importante, no lo dije de la forma más correcta, podía decir que te presentaría en otra ocasión y lo contrario, no lo haría— se quedó callado.

—Pero... dije cosas tan inecsesarias, te hice sentir mal y no digas que eso no es verdad porque si lo es, de lo contrario no me hubieras ignorado todo el día—bajo la cabeza y continuó hablando—. Si no me perdonas y quieres que me cambie de habitación, está bien, lo haré el lunes a primera hora.

—Te perdono, pero no sera fácil olvidar, no pensé decir esto pero si me sentí muy mal, pensé que nos estábamos llevando mejor y no deberías estar así, ya aclaramos todo, será mejor que volvamos— mire mi teléfono y eran las 3:30.

—No solo es eso, tengo otros problemas; cuando entraste al baño porque estabas enojada, recibí una llamada, tal vez no la hayas escuchado, eran mis padres, tengo muchos problemas en casa— dijo sin expresión alguna.

—No creo que sea algo sin solución— dije.

—Tal vez tiene solución, pero ellos no me perdonarán, cuando vivía en New York, vivía de fiesta en fiesta, en una ocasión perdí una estúpida apuesta, tuve que pagar casi 100.000 dólares, utilice la cuenta de la universidad, cuando fuimos al banco dijeron que hubo un problema con la cuenta porque yo la di de baja, mis padres dijeron que arreglarían eso y utilizaron mitad de la cuenta de mi hermana, para que esté aquí, ayer se enteraron de eso, dijeron que era un inmaduro y que no merecía ser su hijo, eso fue lo que más me dolió— dijo con los ojos rojos a punto de llorar.

—Tranquilo, ya no quiero que llores, veremos la forma de arreglar esto— dije poniendo un mano en su mejilla para que me mirará.

—No se de dónde sacaré tanto dinero, pagaron mitad de la colegiatura, de lo contrario ya no estaría aquí— dijo mirándome sin quitar mi mano de su mejilla.

—Eres fuerte y podrás salir de esta situación, yo te ayudaré, no puedo dejarte solo, podrás ser molesto pero me agradas — dije y baje la mano de su mejilla.

El se quedó mirando mis ojos, empezó a acercarse y me abrazó, puso su cabeza en mi cuello, este chico tiene algo que logra ponerme nerviosa y a la vez protegida, en ese momento olvidé todo lo que dijo, tal vez no le creía al 100% pero por lo menos tuvo la cara de "aclarar" las cosas.

—¿Tienes frio?— pregunté, era obvio que tenía frío pero igual lo pregunté.

—Si, pero no importa, estoy bien si tú estás conmigo— trate de procesar lo que dijo y me quedé callada.

— Deberíamos volver— dije tirando de levantarme del lugar.

—¿Podemos quedarnos un poco más?— dijo el apoyando su cabeza en mis piernas, la verdad no me molestó pero creo que él se dio cuenta de lo que hizo y trato de levantarse—. Lo siento creo que no debí hacer eso.

—Esta bien, tranquilo, quédate si quieres— no dije nada más y él se quedó con la cabeza en mis piernas.

Estuvimos así una media hora más, yo moría de frío y se qué él también, quise darle mi abrigo yo estaba con otra chaqueta adentro, no creo que muera de frío, pero él si, no aceptó y lo obligue a que nos vayamos, no quería que se enferme.

Caminamos lado a lado sin hablar, era un silencio cómodo, llegamos a la habitación, lo demás no lo recuerdo porque me quedé dormida mientras hablábamos por mensaje, estábamos a 2 metros pero no podíamos despertar a los demás hablando en voz alta.

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13/09/2021
1442 palabras

Holaaa, creo que es el capítulo más largo que escribí, la verdad no sé cómo quedó, me gustaría que dejen su opinión, para deber si les gustó y si continuarlo cómo está o debo agregar algo más.

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