𖦹o̺͆n̺͆e̺͆𖦹

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Estoy en el auto de mis padres camino a la Universidad "Stanford" yo quería ir a la "NYU" me aceptaron y yo quería estar en un estado diferente, pero según mis padres no es fácil ese radical cambio y que era mejor quedarme cerca de la familia.

Creo que falta media hora para llegar, mi casa a esta en Los Ángeles y estamos en camino a San Francisco a mí me parece que era lo mismo que cambiarse de estado pero bueno, lo único que podía hacer era escuchar musica, leer o hablar con mis padres.

[...]

Después ese largo "viaje" llegamos, lo primero que hice fue salir del auto y correr al hotel donde nos quedaríamos mientras hacíamos algunos trámites en la universidad, decidimos descansar hasta mañana.

[...]

Estábamos en campus de la universidad donde también estaban las oficinas, entramos y nos resolvieron los administradores.

—Buenas tardes, pasen por aquí—dijo una encargada refiriéndose a mis papás.

—Quedate aquí ____—dijo mi mamá para seguir a la encargada y a mi papá.

Mientras esperaba vi pasar a un chico junto a sus padres, no me gusta juzgar por las apariencias pero este chico tenía algo que lo hacía ver arrogante, uno de esos chicos que se cree superior a los demás sólo por que era "atractivo físicamente".

Mis padres salieron muy molestos de la oficina y se acercaron al lugar en el que me encontraba.

—Ya tienes una habitación, pero hay un problema que no pudimos arreglar—dijo mi padre con un tono molesto.

—¿Qué pasó?—pregunte con curiosidad.

—Las habitaciones son mixtas, dicen que hubo un error en el sistema con una parte de la lista de los compañeros de habitación y que para cambiarlo necesitarían una semana más, la mayoría tuvo que aceptar porque son de diferentes estados y no se pueden quedar tantos días—dijo molesto.

—Esto es absurdo, como una universidad tan prestigiosa puede tener estos problemas—hablo mi madre.

—Pero que podría pasar, no es para tanto—dije tranquila, estaba muy cansada como para esperar una semana más, a mí no me importaba con quién me tocaría en la habitación o eso creo.

—¡Como que no es un problema!— dijo mi madre molesta—. No quiero pelear, por esta semana lo permitiremos pero cuando se arregle el problema pides el cambio inmediatamente.

—Esta bien—dije caminado hacia la puerta de salida siguiendo a mis padres.

—Esperemos aquí en unos minutos vendrá un guía para llevarnos a tu habitación—dijo mi padre.

—Son la familia Conner— pregunto un chico de rizos.

—Si, ¿eres el guía?—pregunto mi madre.

—Si, soy Wyatt y seré el guía—dijo con una sonrisa pero la elimino al darse cuenta que nosotros estábamos serios—. Siganme.

Nos mostró los lugares más relevantes hasta llegar a mi habitación

—Esta es su habitación, fue un gusto mostrarles el lugar, hasta luego— dijo para empezar a caminar.

—Gracias— grite para que en escuché, se veía nervioso, se fue casi corriendo, seguro la seriedad de mis padres lo asustó, él se dio la vuelta y asiento con la cabeza.

—Bueno hija, tenemos que irnos, pero antes te ayudaremos a traer tus cosas que estan en el auto—dijo mi madre.

Nos dirigimos hacia el auto, llevando todas las cosas y ellos se fueron antes de que sea noche.

Estaba ordenando algunas cosas en el escritorio que tenía en mi lado de la habitación, por suerte era un cuarto grande con dos baños, dos camas, dos escritos, dos estantes, etc. También había una pared que dividía mitad de la habitación, no se porque se preocupaban tanto mis padres.

Estaba terminando de acomodar unos libros y escuché que la puerta se abría, me asuste, me di la vuelta y lo vi, el chico "arrogante".

—Hola—dijo para caminar hacia su lado de la habitación.

—Hola— dije con nerviosa para después sentarme en una silla, el ambiente era muy incomodo nadie dijo nada más.

Conecte mis audífonos, este silencio me incomodaba y que mejor que escuchar música, hasta que escuché un celular sonar, pensé que era el mío pero recordé que lo estaba agarrando, que distraída soy. Era su celular, contestó y empezó a hablar.

—Hola, ¿Paso algo?— empezó a hablar, su voz era tan relajante, pero que cosas digo.

Hablo unos minutos más, ya no escuché lo que dijo porque no debe escuchar conversaciones ajenas, para evitar escuchar puse las músicas de mi celular.

Sentí la mirada de alguien, cuando levante la vista el estaba enfrente mío, pause la música y me quite los audífonos.

—¿Hola?— dije con duda, parecía una pregunta.

—Hola, soy Noah y tú?— dijo con un tono de voz cautivador.

—Mi nom-bre es _____— respondí nerviosa.

—Mucho gusto _____— extendió su mano en forma de saludo.

—Igualmente—dije tomando su mano.

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Espero que el capítulo haya sido de su agrado, trataré de actualizar seguido, no olviden votar y comentar si les gustó el capítulo.

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Roomies- Noah Schnapp y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora