~ Esa es la comisaría donde trabaja tu tío
~ Bien, entremos ~ dije tomando una profunda respiración
Caminamos hasta la puerta y entramos. Allí, una mujer de unos cuarenta años en la recepción nos atendió
~ ¿en qué puedo ayudarles?
~ Quería preguntarle sobre un agente de policía que trabajaba aquí hace unos 5 años, Adam Parker, ¿sigue trabajando aquí?
~ Claro, es de nuestros mejores agentes, pero hoy no está. Él no tiene turno los fines de semana
Mierda
~ ¿Me podría dar su dirección?
~ Señorita, ¿quién es usted?
~ Soy su sobrina. Estoy buscando a mi tío y usted es la única persona que puede ayudarme
~ ¿Su sobrina? Qué yo sepa el agente Parker solo tiene sobrinos
~ Señora, ¿va a ayudarnos o no? ~ dijo Evan perdiendo la paciencia
~ Evan, cálmate, no pasa nada
~ Yo salgo fuera, no aguanto más aquí
~ Vale, tranquilo
Evan salió dejándome intentando convencer a aquella mujer
~ Señora por favor, necesito encontrarlo. Él es el único que me puede ayudar a encontrar a mi padre.
~ ¿Quién es usted? Me suena su cara
¿Eres idiota o qué te pasa?
~ Soy empresaria, y mi madre también. Salimos en la tele y en las revistas muchas veces
~ Ahh, eres esa chica que está en top trending en Instagram, mi hija me lo enseño ayer
¡¿Qué?!
~ Señora ~ dije intentando desviar su atención ~ ¿podría darme la dirección?
~ Se lo preguntaré a él
Se fué durante unos minutos y cuando regresó, me dió un papel
~ Aquí tienes la dirección, te está esperando. No le he dicho que eres su sobrina, solo una chica que quiere verle
~ Gracias
~ De nada
Salí de allí, y fuí a donde estaba Evan
~ ¿Te dió la dirección?
~ Si, vamos ya
Pedimos un taxi y nos llevó a la dirección de Adam Parker
~ Esta es la dirección. Serán 40 dólares
Evan pagó y bajamos del coche.
La casa estaba en un barrio residencial donde todas las casas eran iguales, dos plantas, pequeña piscina y un pequeño jardín~ Te lo voy a preguntar una última vez Melany, ¿estás segura de esto?
~ Si Evan, estoy más que segura, y si… si no quiere saber nada de mi, lo aceptaré, ¿Okei?
~ Esta bien
Nos acercamos a la casa número 27 y llamé al timbre.
Segundos después, apareció una señora rubia de unos 40 años