Madara Uchiha, el Uchiha mas poderoso y uno de los Shinobi mas temidos, alguien frío y serio. Pero... ¿Qué pasaría si el tuviera una hija?
Los personajes no son mios son de Kishimoto, excepto uno que otro personaje.
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Narrador omnisciente:
El ciento soplaba con fuerza, los árboles se movian al compás del viento, las hojas bailaban al ritmo del aire.
El sol salía poco a poco dando a entender que era un nuevo día en Konohagakure.
Poco a poco, los aldeanos habrían los pocos puestos que habían en aquella pequeña pero en un futuro, gran aldea.
En la mansión Senju, una pelinegra se despertaba por lo rayos del sol que llegaban hasta su rostro. Esta poco a poco se levanto y lo primero que hizo fue abrir sus ojos oscuros, poco a poco los abrió, parpadeo un par de veces y se talló con su mano derecha su rostro, soltando un ligero bostezo.
Miro de reojo la ventana que estaba al lado suyo y cerro sus ojos.
( Flashback)
- ¿Te gusta Tsuki-san? Si quieres podemos cambiarte de habi--
- Tranquila Mito-senpai, así esta bien... Se ve muy bien e increíble...- miro con atención cada rincón de la habitación en donde viviría hasta que su padre regresase de su misión-
- Si necesitas algo, estaré abajo con Hashirama y Tobirama- la Uchiha asintió, la Uzumaki pocos segundos después se retiró de la habitación dejando sola a la pelinegra-
- Veamos... ¿Qué haré ahora en adelante? Otōsan... Te esperaré el tiempo que sea necesario... Y nonsolo estaré esperándote, estaré entrenando para que veas que yo también soy fuerte como tu- camino hasta una pequeña mesita que estaba cerca de un armario, tomó una foto que tenía en su mochila y la acomodó en aquel pedazo de madera, lo apreció por unos segundos y bajo hasta la cocina, pues la habían llamado para que fuera a comer-
( Fin del flashback)
Volvió a bostezar y salió del fotón, tendió y acomodó las sabanas que había usado la noche anterior.
Aun no despertó del todo, pero aun así bajo y se encaminó al baño.
Abrió la puerta para ir a la sala, después de la sala estaba el baño, así que aun no terminaba su caminata. Apenas abrió la puerta, volvió a bostezar y llevo su mano a su cabeza a rascarla.
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