Madara Uchiha, el Uchiha mas poderoso y uno de los Shinobi mas temidos, alguien frío y serio. Pero... ¿Qué pasaría si el tuviera una hija?
Los personajes no son mios son de Kishimoto, excepto uno que otro personaje.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narrador omnisciente:
Bajo un árbol de Sakura, una azabache dormía tranquilamente hasta que una presciencia la cubrió. Abrió sus ojos onix al sentir aquella persona y se encontró con aquel hombre de la otra vez.
- Respondiste a mi llamado. ¿Cómo está todo haya fuera? - la azabache se sentó correctamente y vio que tenía el mismo kimono de la otra vez.-
- ¿Fuera? ¿Cómo? No entiendo. ¿Es una clase de sueño? - el castaño se sentó en una pequeña banca de madera que estaba cerca del árbol. Dio unas pequeñas palmaditas y la azabache se sentó a su lado, obedeciendo aquella pequeña orden del mayor -
- Estamos dentro de tu subconsciente. Cada que necesito hablar contigo, te llamaré y creo que ya te habrás dado cuenta como... -
- Dejándome inconsciente o cuándo yo duerma -
- Exacto. Esa es la única manera de estar en contacto contigo.-
- ¿Pero que eres tu? No eh sabido que eres o quién eres - expresó mirando aquel hermoso río de aguas cristalinas.-
- ... Soy sólo un alma. Eh estado buscando una mente en la cuál poder habitar. Pero no cualquier mente, si no una en la cuál tenga una relación familiar conmigo. Es por eso que te eh escogido... Tsuki -
- ¿Cómo es que sabes mi nombre? ¿Relación familiar? ¿Ah que te refieres con eso? ¿Mente en la cuál habitar? - el de ropas blancas se levantó de la pequeña banca y observó con seriedad a la Uchiha -
- Son muchas preguntas las que haces, Tsuki. Y con muchas preguntas y con poco tiempo me será imposible contestarlas todas. - explicó y empezó a tomar un camino alejándose de la Uchiha, ignorando sus gritos llamándole -
- ¡Espera! ¡No hemos terminado! - dispuesta a seguirlo, se levantó de forma rápida pero al dar pocos pasos, sintió un extraño mareo y cayo al suelo. Cerraba poco a poco sus ojos, lo último que vio fue la espalda del mayor antes de cerrar por completo sus ojos.-
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
