Capitulo 7

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-¿Cómo que ya sabías?- preguntó confundido Bucky después de que el menor le haya dicho "Ya sé que eres un sugar baby"

-Nat me dijo, aparte que no eres muy bueno mintiendo- el pelinegro ya estaba más calmado, pero sentía que podía lanzarse a llorar nuevamente en cualquier momento.

-Perdón por no decirte-

-Eso no importa ahora Buck, solo cuéntame, ¿Por qué estabas llorando? Y ¿Por qué llevas la ropa de alguien más?- el pelinegro se le había olvidado el hecho que no era su ropa la que traía puesta, sino la de Helmut.

-Bueno, anoche me quedé a dormir en casa de Helmut, mi sugar- sabía que técnicamente hablando eso era lo que el barón era para él, pero aun así llamarlo así se le hacía muy extraño -y me desperté tarde, por eso no te conteste las llamadas, y me dijo que si quería podía agarrar de su ropa- el rubio solo asentía levemente sin interrumpir al pelinegro, por lo que este lo tomó como una señal para continuar –y me hizo de desayunar, tiene un mayordomo y aun así el mismo me hizo de desayunar- sonrió levemente –después me llevó una plaza, de ahí salieron todas esas cosas- apuntó a la bolsa de papel en el suelo de la entrada –nos dimos un beso bajo la lluvia, tal como en las películas que tanto te gustan- sus ojos empezaron a picar y en su garganta se comenzó a formar un nudo –fue genial, la mejor cita que he tenido en años, la cual no podre repetir, porque se va a ir y no va a regresar- Steve pasó un brazo por detrás del mayor, acariciándole la espalda para consolarlo –es un militar, y va a ir a una misión- las lágrimas caían libremente por su cara en este momento –una misión de la cual no es muy seguro que regrese, una misión en la que probablemente...- ni siquiera pudo terminar la oración, no quería si quiera pensar en esa posibilidad.

Steve no lo pensó dos veces y agarró a su amigo en sus brazos nuevamente, recargando la cabeza del mayor en su hombro derecho, tal como él lo hizo con el rubio varias veces en el pasado.

-No quiero perderlo Steve, no quiero- repetía el oji-azul sollozando en el hombro de su amigo, este solo pasaba una mano por el cabello desordenado del pelinegro y la otra por su espalda, sin saber del todo que hacer, que decirle, Bucky al fin había conocido a una buena persona que se preocupaba por él, lo cuidaba, y tan rápido como vino se va a ir, Bucky no se merecía eso, se merecía ser feliz.

-Rogers, trajimos de comer...- dijo lo último en voz baja la pelirroja entrando a la casa con bolsas de plástico en sus manos, atrás de ella se encontraban Sam, quien estaba cargando un par de refrescos y vasos desechables, y Sharon la "complicado" de Natasha.

La rusa veía preocupada la manera en que Bucky lloraba desconsoladamente en el hombro del rubio, dejó las cosas en la isla de la cocina y fue a sentarse en el descansa brazos del sofá, justo detrás de donde se encontraba el mayor, colocando su mano suavemente en su hombro.

-Bucky, cariño, respira, inhala y exhala-

Los otros dos se quedaron en el recibidor confundidos, la pelirroja volteo a verlos y con la boca gesticulo "Luego les cuento"

Al llegar a su residencia Helmut se estaba notablemente decaído, lo cual no pasó desapercibido por su mayordomo.

-¿Cómo le fue en su salida señor?- dijo suavemente, tomando desprevenido al castaño.

-Bien, bien, solo quiero estar solo un momento- el mayor asintió con la cabeza antes de regresar a sus labores, el barón camino directamente a su habitación, encerrándose en esta.

Al apenas poner un pie en la habitación pudo notar que Oeznik la había recogido en su ausencia, las sábanas de la cama habían sido cambiadas y en la habitación se percibía un aroma a vainilla. Se sentó en la orilla de la cama pensando en su despedida de James, lo quebrado que se veía, le hacía querer sostenerlo, decirle que todo iba a estar bien y nunca más dejarlo ir.

Sugar ~ WinterbaronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora