Reencuentro

33 3 0
                                    

Un sonido ensordecedor,  me volvió a la realidad,  abri un poco mis párpados para poder ver, la luz estaba muy brillante, me encontraba rodeada desabanas y un cobertor rojo, una habitación no muy común,  no parecía de hotel.

- ¿Donde carajos estoy ahora? Realmente me puse mal anoche, que no se como llegue aqui, pero bueno(rei).

Algo muy extraño a estas alturas de mi vida, es que estoy vestida, pero casi estoy segura de que no era la ropa que usaba la noche anterior, traigo puesta una playera grande, color gris y conservo mis bragas, bueno es muy cómodo pero sigo preguntándome donde estoy.
Pretendo explorar la casa, al menos hasta toparme con alguien,  no tengo prisa por irme, pero estar sola me aterra,  antes de poder salir por la puerta de la recamara,  escuche un ruido que venía de otra puerta dentro de la misma recamara,  me quede parada observando,  y entonces lo conocí.

Salio del baño recién bañado, su cabello oscuro que desprendía gotas de agua, el me miró con una sonrisa muy grande,  yo solo puedo verlo,  su rostro aun me es familia pero la luz es tal y mi dolor de cabeza es tan fuerte que no logro consentrarme.

-¿Como te sientes pequeña?  - me dijo con una voz tan dulce-

- Bueno creo que tengo una horrible jaqueca...

- Y como no, si te metiste quien sabe que tantas chingaderas anoche- su voz cambio,  estaba molesto,  pero ¿porque? -

- Oye tranquilo, (rei) no tienes por qué enojarte,  relajate - dije mientras me deje caer en la cama-

- ¿No te acuerdas de mi Anahiber?

- ¿Qué? Ehm la verdad no, ¿tengo que? , nadie me dijo que tenía que aprenderme nombre y rostros.

- ¿Que te hicieron pequeña?

- ¿quieres decirme que carajos pasa?
Ohh no, no, ya lo se, ati te gusta de día ¿cierto? Bueno, venga!- me recarge en mis codos mirándolo a los ojos- ¿Quieres empeza? ¿O prefieres que lo aga yo? -el solo me miro, extraño a mis encantos-  yo, bueno.

Comencé a balancearme sobre él,  pero me quito de inmediato,  con ternura, y cuidado de no lastimarme.

-¿vamos? ¿No quieres?

- ¿te gusta hacer esto?

- Pues pagaste por esto, yo no tengo voz, tu solo ordena - mi voz sono coqueta,  al parecer no estoy muy cuerda, pero que coños este tipo es un imposible-.

- bien,  acuestate, -yo lo hice, pude ver como se acercaba, y se sentó a mi lado en la cama, luego cerro mis ojos con sus manos, mi corazón se aceleró un poco,  miedo, adrenalina, pero la costumbre me hacía tranquilizarme- ahora duerme y trata de descansar.

- ¿Es enserio? -  abri los ojos y lo mire fijamente-.

- Necesitas descansar,  al menos hasta que se baje el efecto de lo que ingeriste anoche.

- Oh, valla, mi salvador a llegado... pero ¿porque estoy peleando por esto?, que carajos, sabes que,  voy a dormir y sera toda tu culpa- rei y me deje caer de nuevo-

- ¿Qué sera mi culpa?

- Calla, es tu culpa, si Madam se entera, entonces..,  Delia estara muerta... muerta... (rei) oye, Tania esta muerta,  la encontré colgada del cuello, (segi riendo) puedes creerlo, se suicido, esa idiota, era la única que me entendía... hablamos a diario,  ire con ella,  yo lo sé. ..

- Aguarda un momento,  ¿como que iras con ella? - él seguía sentado a mi lado,  su mirada era de interés,  no me dejaba de ver ni un momento-

- si, si, como el perro... era mi amiga, no quiero perderla, ella no me pregunto,...  El también murio, una vez lo mataron, yo lo vi. (Rei, y me recarge en él) lo mataron, pero eso fue mi culpa,  no sabia que,  tu te pareces a él, un poco, hay que locura. te cuanto algo.., mi vida es un asco.

- Debe ser duro, tener que soportar todo esto, pero tranquila, a partir de hoy las cosas cambiaran.

- Tú no puedes.. ya nada sera como antes,.. todos morirán un dia, no pasara nada si uno se adelanta.

- Vamos, duerme un poco. - me recostó en sus piernas, y comenzó acariciar mi cabeza-

Al despertar,  el dolor de cabeza había bajado, todo estaba más quieto, no me sentía tan mareada como la primera vez que desperte,,,  ese chico ¿a donde se fue? Ya es bastante tarde, muero de hambre,  siento como si mi estómago fuese a comerse sólo necesito comer,  necesito algo, abri la puerta de la habitación,  y sali de ella, en busca de comida,  la casa esta solo a simple vista,  no se escucha movimiento alguno,  hay un pasillo muy largo, que lleva a mas habitaciones,  y al final estan las escaleras,  llegue a ellas sin problemas,  baje como una ladrona de comida,  perdia fuerza en las piernas,  tantas jodidas escaleras, deberían tener un elevador, al llegar abajo un agradable aroma inundaba mi nariz,  gracias a eso llegue a la cocina mas rápido,  abrí una puerta y ahi estaba la mesa con platos pero sin comida, me quede observando y de una puerta que quedaba enfrente de mi salio el chico de cabellos negros,  de espalda con una charola en sus manos, al darse la vuelta vi la deliciosa comida, posteriormente su rostro que consiguió dejarme sin habla, sin poder moverme, pero con unas inmensas ganas de llorar y correr abrazarlo...

-Tony ¿En verdad eres tú?

- He hecho tu comida favorita,  me da gusto que te levantarás bien.- él sonreía mucho,  no podia dejar de verlo, parecía un sueño,  él aqui-

- Estas vivo!

- ¿Me extrañaste?

- Idiota, - corri con lágrimas en los ojos y me deje caer en sus brazos,  sentí como me abrazaba tan fuerte,  su aroma, sus brazos el era el mismo, pero- vi como te dispararon, como sobreviviste, porque no me buscaste antes,  te he extrañado tanto

- Casi muero,  pero mejore, no te busque porque estaba hospitalizado,  pero en cuanto sali, comencé a investigar tenía que encontrarte pequeña, prometí cuidarte y estar Siempre contigo,  y estoy aquí para cumplir esa promesa.

- Te amo nunca te lo dije, y siempre me he arrepentido por eso.

- tranquila, yo sabia que lo hacias, porque te amo igual. - nos abrazamos por un buen rato,  mis lágrimas de emoción cesaron y recorde que moria de hambre,  pero no quiero soltarlo, temo perderlo de nuevo-

-¿Tienes hambre?

- Por favor que dices?,  muero de hambre.

- vamos a comer antes de que se enfrie más, ¿vale?

Asentí con la cabeza,  y me senté a su lado,  nada importa  en estos momentos, solo quiero estar con él abrazarlo,  y no soltarlo nunca, jamás volvere al prostíbulo,  nunca en la vida,  ahora tengo de vuelta la razon por la cual vivir.

MI BUENA DESGRACIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora