¿ME VOY? O ¿NO ME VOY?

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Me quede hipnotizada cuando lo vi, sus ojos café oscuro, tan oscuros llegando a la tonalidad del negro, alto, tenia que verlo hacia arriba, su cabello brillaba café oscuro, verlo me hiso sentir que mi corazón latía a toda marcha, parecía que se hiba a salir de su lugar ¿Que ago ahora? El esta frente mio y me mira con una sonrisa enorme, se ve lindo, pero el miedo no se aleja de mi. No se que decir, me limitaré a hablar con él. Debo admitir que no era lo que esperaba, es joven y atractivo.

- Le apetece acompañarme a la mesa, bella dama- me dijo empujandome hacia la mesa, sosteniendo su sonrisa-

Asentí y deje que me guiará hasta el comedor, la mesa estaba puesta muy elegante, me costaba creerme que estaba secuestrada, todo esto parecía un sueño, nos sentamos a la mesa y el quedo de frente mio, su cara reflejaba felicidad y a la vez curiosidad, seguro quiere platicar, que miedo. Senti un escalofrío al escucharlo hablar.

- Y dime ¿Que te parece tu habitación? -esbozo una sonrisa leve, no dejava de verme-

- ¿Mi habitación? -pregunté sorprendida- No pretendo quedarme aquí sabes - continúe aun sería-

- Lo imagino, pero no seras libre hasta que te enamores de mi ¿sabes? - contestó burlón y con una sonrisa-

- ¿Así? entonces matame!

No creo que eso suceda, el hecho de que me tengas contra mi voluntad no es romántico - en realidad si lo era pero jamás iba a decírselo, además solo se lo paso a él, es lindo, que estoy diciendo ya! Concéntrate. - creo que te hacen falta clases para que una chica se fije en ti.

- Eso piensas ahora, veras que cambiara con el tiempo.

- Mis padres van a encontrarme -respondí seca y mirando la mesa- y no querras que pase más tiempo, o sera peor.

-¿Peor para quien? -dijo dvertido-

- Obviamente para ti. No querras pasar el resto de tus días en prisión ¿o si?

-Eso suena divertido, pero antes de eso, nos divertiremos juntos -sonrio-

Rayos este tipo me da miedo, tengo que buscar como salir de aquí. Veo a mi alrededor, hay muchas ventanas altas y solo de cristal, podría romper una y salir de aquí, podria ser en la noche, asi no lo notaran tanto, solo espero que no me encierren de nuevo.

- ¿Te gusta mi casa? -dijo interrumpiendo mis pensamientos-te ves muy entretenida -continuó.

No respondo, solo dirijo mi mirada a sus ojos por medio segundo y la vuelvo a la casa.

Continuamos con la cena, fue la mejor que había probado, aunque no la deguste como quisiera, no puedo evitar estar nerviosa y llena de miedos. Al terminar la cena, pidió a una de las mi camas que me llevase a "mi habitación" y me nege, entonces empezó un lio.

- ¿porque no quiere subir a tu habitación?

- Porque no es mi habitación!! -dije con tono enojado y temeroso.

- vamos -dijo tomandome del brazo pero sin lastimar, solo un jalón leve- se que te agradará el regalo que te espera arriba.

- No quiero! -grite safandome de su mano- quiero ir a mi casa, no quiero estar aquí, no quiero tus regalos no quiero nada de ti, no lo entiendes! -continúe con más miedo que enojo.

- Mira pequeña, (dio un largo suspiro) soy un hombre de muy poca paciencia, así que te pido que agas lo que te diga, poniendote de esta forma no arreglaras nada, te quedaras aquí te guste o no.¿ Vale?

- No, tu no eres mi dueño.

En ese momento la puerta mas cercana estaba habierta, el momento perfecto! Corri lo más rápido que pude hacia la puerta, no se puede correr mucho con tacones de aguja, así que hise mi mejor esfuerzo, en lo que corri me deshice de ellos, escuche un grito tranquilo pero con coraje, pero no me detengo y sigo adelante, no puedo voltear se que viene tras de mi. Tras pasar la puerta veo un gran patio, enorme en realidad, continuo corriendo cuando siento que me falta el aire volteo hacia tras y me doy cuenta de que no me siegen, valla estos pinos cubren bien el color de mi vestido, me detengo a escuchar y tomar un respiro, continuo caminando entre los árboles buscando lo que sea, escucho pasos pero no se de donde vienen, mi corazón se acelera cada vez más no se que hacer hacia donde corro, los nervios me invaden, de pronto alguien me toma del brazo firmemente, no pude evitar gritar e intentar correr y safarme, pero no me lo permiten, no puede ser he caído de nuevo, el tipo me levanta y me pasa por su hombro, lo pateó y lo golpeo como puedo solo escucho su quejido, pero me doy cuenta de que este tipo no es el que ceno con migo es menos alto, y me esta lastimando.

MI BUENA DESGRACIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora