No vacilo.
Voy hacia Peter y lo empujo para tirarlo de la mesa.
Cojo a Grace de la mano y la obligo a levantarse, ella recupera su ropa y se viste lo más rápido que puede...
Pero el cocinero ya se ha levantado.
- Vaya vaya. Dos zorras para mí solo. Nos vamos a divertir mucho hermosas damas.
Viene hacia mí e intenta tumbarme en el suelo pero cojo lo primero que encuentro y le doy con todas mis fuerzas en la cabeza. Sin embargo, sigue en pie.
Es más duro de lo que creía.
Vuelvo a darle otras dos veces hasta que cae al pavimento, consciente, pero sin fuerzas para poder levantarse.
Diviso en la encimera un cuchillo, que le pongo en el cuello.
- Si vuelves a tocarla te mato. ¿Me he explicado con la suficiente claridad?
Él asiente imperceptiblemente.
Agarro a Grace del brazo y salimos de la estancia.
La obligo a correr por los pasillos por si ese engendro nos sigue, aunque es ridículo; no creo que pueda ni ponerse en pie.
Llegamos hasta mi cuarto y cierro la puerta de golpe.
Me apollo en la pared, y por un pequeño instante es como si el tiempo se hubiese detenido.
Grace no ha dejado de llorar ni un momento.
Salgo de mi aturdimiento y me acerco a ella para rodearla con mis brazos.
- Tranquila, no pasa nada. Ya se ha acabado, ya se ha acabado. -Susurro mientras me doy cuenta de que tiembla como una hoja en un día de viento.
Observo que tiene el vestido desgarrado, así que cojo uno de mi armario y se lo entrego, ella lo acepta sin rechistar.
Después de unos minutos, y cuando veo que ya está más calmada y ha recuperado su respiración habitual, le pregunto:
-Grace... ¿Cuánto tiempo lleva sucediendo esto?
Ella levanta la cabeza, y me mira directamente a los ojos.
Noto el horror en su mirada.
- D-desde hace tres semanas. Comenzó una noche en la que estaba totalmente ebrio. Luego lo repitió c-cuando había pasado una semana... Y así hasta que se convirtió en un hábito más para él.
Las lágrimas vuelven a correr por sus mejillas.
- ¿Y por qué no nos dijiste nada? Anabelle y yo... podríamos haberte ayudado.
-N-no podía... Peter me había amenazado... Si os lo hubiese contado y-yo ya no estaría aquí.
Sucio bastardo hijo de puta.
Le retiro las lágrimas con mis dedos y la vuelvo a abrazar. Me siento inútil; no puedo hacer absolutamente nada para cambiar lo que ha vivido.
- No te va a tocar nunca más, te lo prometo. -Y lo digo en serio. La protegeré aunque para ello deba matar a ese canalla.
-Gracias Alys -Murmura entre sollozos.
No merezco sus agradecimientos. Me debería de haber dado cuenta antes de lo que estaba pasando; voy todos los días a la cocina y nunca me he percatado de sus mejillas húmedas ni de sus brazos, llenos de cardenales.
Grace tiene 18 años, tan sólo dos más que yo, y ya nunca volverá a ser la misma.
Es injusto.
Es injusto e imperdonable.
Tengo que buscar la manera de vengarla, de vengar a la dulce y alegre dama a la que acaban de asesinar a sangre fría.
- Escucha. Acuéstate en mi cama ¿De acuerdo? Te vendrá bien. De hecho, prefiero que te quedes a dormir aquí. Yo tengo que salir un momento esta madrugada pero Anabelle se quedará contigo. No temas.
-Está bien.
La ayudo a meterse en el lecho sin quitarse los ropajes y, luego, salgo de la habitación.
Me dirijo a la sala de trabajo de Anabelle.
Llamo a la puerta y abre en seguida, como de costumbre.
-¿Qué ha pasado?
Le cuento rápidamente todo lo sucedido; cuando acabo ella se queda en silencio, sin saber qué decir.
-Escucha. Necesito que te quedes con ella esta noche. Está muy asustada y no quiero dejarla sola.
Me debería de quedar yo con ella y no ir a ver al caballero, lo sé, pero la curiosidad es demasiado grande....
Además, ante los nuevos acontecimientos él es el único que puede ayudarme a hacérselo pagar.
-Sí, me quedaré. No te preocupes.
-Gracias.
Le doy un breve abrazo y al separarme ella me agarra de la mano.
-Sé que no vas a ver a Lewis sólo para hablar de vuestras experiencias así que por favor, encuentra la manera adecuada de castigar a ese despreciable.
-Lo haré, te lo aseguro.
························
Siento mucho que este capítulo sea tan breve.
Quiero dejar para el próximo toda la conversación entre Lewis y Alys y la posible venganza contra Peter.Muchas gracias por tomaros el tiempo de leer esta novela, significa mucho para mí ;)
ESTÁS LEYENDO
El hielo siempre acaba por derretirse.
Historical FictionEsta obra, desarrollada en la Edad Media, está narrada en primera persona por la sirvienta de una reina caprichosa y malhumorada. La sirvienta, llamada Alys, tiene mucho carácter, que debe disimular, y odia a la reina Elizabeth.